Page 401 - El nuevo zar
P. 401

Estados  Unidos:  Barack  Obama.  Mientras  la  embarcación  de  Medvédev  se
               mecía  gentilmente  en  la  corriente  del  Volga  esa  noche  de  agosto,  su
               presidencia parecía estar a la vera de una optimista nueva era. En lugar de
               eso, él, por su parte, estaba a punto de hacer frente a su mayor desafío. Y no

               había llegado siquiera al centésimo día en el cargo.





               A la una de la madrugada del 8 de agosto, el ministro de Defensa, Anatoli

               Serdiukov,  llamó  por  teléfono  a  Medvédev  con  la  noticia  de  que  la  guerra
               había estallado en el flanco sur de Rusia. Las fuerzas armadas de Georgia,

               lideradas  por  el  occidentalizador  Mijéil  Saakashvili,  habían  comenzado  un
               asalto aéreo y terrestre en la escindida región de Osetia del Sur. Las tensiones
               con Osetia del Sur y otra región, Abjasia, se habían recrudecido durante ese

               año.  Ambas  se  habían  separado  de  Georgia  durante  los  cortos  y  violentos
               conflictos de principios de la década de 1990, tras el derrumbe de la Unión
               Soviética,  y  habían  permanecido  en  un  limbo  diplomático  desde  entonces,

               reconocidas  como  parte  de  Georgia,  pero  siendo,  en  los  hechos,  pequeños
               Estados  independientes  que  buscaban  relaciones  más  estrechas  —y
               financiación— de parte de Rusia, la cual mantenía fuerzas de paz en ambas

               regiones bajo el mandato de las Naciones Unidas. En el período que siguió a
               la declaración de independencia de Kosovo respecto de Serbia en febrero de
               2008, Putin había incrementado la ayuda a las dos regiones. En uno de sus

               últimos actos oficiales como presidente, ordenó un refuerzo de las tropas para
               la  misión  rusa  en  Abjasia  a  fin  de  supervisar  la  reconstrucción  de  las  vías
               férreas que alguna vez la habían conectado con Sochi, pero que luego habían

               caído en el deterioro. El destino de las regiones se había convertido en un
               fuerte foco de atención durante las últimas semanas de Putin como presidente,
               luego  de  una  irritante  confrontación  en  Bucarest  con  el  presidente  Bush  y

               otros líderes de la OTAN que estudiaban invitar a Georgia (y a Ucrania) a
               sumarse a la alianza militar.

                    Durante  todo  el  verano  de  2008,  Rusia  y  Georgia  intercambiaron

               acusaciones de que la otra intentaba lanzar una invasión para resolver lo que
               había llegado a conocerse como «conflictos congelados». Medvédev mantuvo
               una  serie  de  reuniones  con  Saakashvili,  quien  también  esperaba  que  la

               presidencia  de  Medvédev  representara  un  cambio  respecto  de  las
   396   397   398   399   400   401   402   403   404   405   406