Page 403 - El nuevo zar
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paz «y mató a todos». Eso resultaría ser una exageración, la primera de
muchas que se dirían en los días subsiguientes,[7] pero el hecho era que las
tropas rusas y sus agentes en la milicia irregular de Osetia del Sur estaban
bajo ataque. Más de cuatro horas después de que los misiles comenzaran a
caer en Tsjinvali y sus alrededores, Medvédev finalmente emitió la orden de ir
a la guerra.
«Devolved el fuego», le dijo a Serdiukov, y luego voló aprisa a Moscú.
Para cuando llegó Medvédev, los escuadrones georgianos se adentraban en
Osetia del Sur. Los aviones rusos comenzaron a atacar no solo dentro de la
región, sino también en la misma Georgia, con la esperanza de frustrar la
avanzada. La novedad sobre el ataque de Georgia alcanzó a Putin en Pekín, y
se enfureció, principalmente con Saakashvili, pero también con Medvédev
por su «falta de decisión».[8] Putin, que había hablado con la prensa por la
mañana, realizó la primera declaración pública sobre la crisis estando en
China y prometió que Rusia tomaría represalias por la incursión de Georgia.
Llamó reiteradamente a Medvédev, que en la mañana del 8 de agosto se
reunió con el Consejo de Seguridad.[9] Eran las diez en punto de la mañana
cuando Medvédev hizo su primera declaración pública, bastante después de la
de Putin. Declaró que Georgia había violado el derecho internacional y
cometido un acto de agresión que ya había costado vidas, incluidas las de
soldados de paz rusos. «Civiles, mujeres, niños y ancianos mueren hoy en
Osetia del Sur, y la mayoría de ellos son ciudadanos de la Federación de
Rusia —dijo—. De acuerdo con la Constitución y las leyes federales, como
presidente de la Federación de Rusia es mi deber proteger las vidas y la
dignidad de los ciudadanos rusos allí donde estén.»[10] A mediodía, fuerzas
rusas atravesaron la frontera.
El presidente Bush también estaba en Pekín cuando un asistente le susurró
en el oído que había comenzado una «ofensiva rusa» en Georgia.[11] Estaba
de pie en la fila de una recepción diplomática en el Gran Salón del Pueblo
para saludar al presidente de China, Hu Jintao. Putin estaba unos pocos
lugares por delante de él en la fila, pero el protocolo mandaba que Bush
hablara con su homólogo presidencial primero, de modo que Bush esperó a
regresar al hotel para llamar a Medvédev y lo instó a detener la