Page 89 - El nuevo zar
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Sobchak ahora nombró a Putin director del nuevo comité para asuntos
económicos exteriores de la ciudad, y Putin se instaló en un nuevo despacho
en Smolni. Siguiendo el ejemplo de Sobchak, reemplazó el retrato de Lenin
que decoraba las oficinas de los burócratas comunistas con un grabado de
Pedro el Grande. En su nuevo rol, Putin se unió a Sobchak en el combate
contra los esfuerzos de retaguardia del Partido Comunista para constreñir a las
nuevas autoridades de la ciudad e hizo cumplir los decretos de Sobchak que
habían usurpado los privilegios del partido. La Casa de la Ilustración Política,
un edificio moderno revestido en mármol ubicado del otro lado de la calle
Directorio del Proletariado desde Smolni, había sido por mucho tiempo
propiedad del Partido Comunista, pero Sobchak decidió convertirla en un
centro internacional de negocios que pronto comenzó a atraer a
emprendedores soviéticos astutos, que ya habían visto el potencial para el
comercio y la compraventa en la nueva Rusia. Entre ellos, había hombres
como Dmitri Rozhdéstvenski, del canal estatal de televisión, y Vladímir
Yakunin, un antiguo diplomático comercial en Naciones Unidas. Su
intermediario en los pasillos del poder sería el discreto exoficial del KGB
designado por Sobchak.
Sin embargo, lo que quedaba del Partido Comunista en la ciudad siguió
ocupando un ala del nuevo centro de negocios, y sus miembros, desafiantes,
izaban en el techo la hoz y el martillo rojos de la Unión Soviética. Se trataba
de un acto simbólico y nada más, pero Putin mandó quitar la bandera, con lo
que solo logró que los comunistas izaran otra al día siguiente. De nuevo, Putin
ordenó que la quitaran. Las cosas siguieron ese curso durante bastante tiempo,
hasta que los comunistas se quedaron sin banderas adecuadas y comenzaron a
colgar banderas hechas a mano (una de las últimas, más marrón que roja).
Con el tiempo, Putin se hartó. Ordenó a los trabajadores que cortaran el
mástil.[3] Putin, siguiendo el ejemplo de Sobchak, nunca tuvo mucha
paciencia con la oposición.
La idea para un documental en televisión acerca del personal del alcalde fue
de Sobchak. Consciente del papel que había cumplido la pequeña pantalla en
su propia llegada a la preeminencia en el Congreso de los Diputados del
Pueblo, Sobchak creía que mostrar a sus administradores trabajando