Page 156 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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¿Qué sucede? Las compañías, hoy en día, no solo buscan el márquetin tradicional y
              conservador, sino que intentan aunar psicología, neurofisiología y neurociencia. Captando
              tu mente, tu atención, generan más contenidos, más datos y más capacidad de dominar
              lo que compras, lo que ves, lo que decides y lo que haces.
                 Ahí reside la base de las drogas: en el cerebro se activan mecanismos para pedirnos un
              consumo seguido y prolongado de esas sustancias. La mayor parte de estos productos o
              bien están prohibidos o bien están regulados. No nos estamos dando cuenta de que los
              niños  desde  edades  tempranas  están  siendo  expuestos  a  todo  este  mundo  digital  —sin
              restricción—  y  con  grandes  posibilidades  de  alterar  profundamente  sus  mentes,  su
              procesamiento  de  la  información  y  su  capacidad  de  gestionar  las  frustraciones  y  las
              emociones.
                 Todo ser humano desde la infancia-adolescencia busca vías de escape para manejar
              sus altibajos, sus frustraciones y vacíos. Un alto porcentaje de la población acude a las
              redes  —WhatsApp,  Instagram,  Facebook,  Twitter,  Tinder…—  buscando  ese  pico  de
              dopamina que se activa al contacto con ello. Estamos en la era del exceso de información
              y  de  la  superabundancia  de  estimulación.  Esa  hiperestimulación  está  profundamente
              ligada  a  un  consumo  desmedido  tanto  de  información  como  de  bienes  materiales  e
              incluso ficticios. Todo se logra fácilmente a base de un clic. Cuando uno no logra lo que
              quiere  cuando  quiere,  se  activan  circuitos  de  frustración  que  están  en  la  base  de  la
              debilidad  de  carácter  de  muchos  jóvenes  carentes  de  capacidad  de  esfuerzo  —¡lo  que
              cuesta  tarda  en  generar  resultados  gratificantes!—.  De  ahí  que  surjan  numerosos
              problemas en la educación y algunos trastornos psicológicos. Me sorprende —y preocupa
              — enormemente la cantidad de jóvenes que veo en consulta con una apatía desmedida,
              desilusionados,  en  los  que  no  hay  forma  de  activar  su  atención  y  motivación.  No
              olvidemos que las dos únicas cosas que realmente llenan al ser humano por completo son
              el amor —de pareja, amigos…— y la satisfacción profesional. Esos dos pilares de la vida
              se logran a base de esfuerzo, constancia y paciencia.
                 Los avances cambian a una velocidad impresionante, e impiden que la sociedad frene,
              pare y reflexione sobre el impacto que está teniendo todo ello en su mente, en su cuerpo
              y en su vida. Cuando ya estamos imbuidos por completo y alterados moderadamente es
              cuando intentamos sacar la cabeza y observar con cierta perspectiva. En esos momentos
              —ahora  están  surgiendo  voces  desde  múltiples  ámbitos—,  nos  preguntamos:  ¿es
              demasiado  tarde?,  ¿hemos  creado  el  monstruo  y  ahora  no  sabemos  frenarlo?  Los
              programadores  de  Silicon  Valley  llevan  a  sus  hijos  a  colegios  donde  no  existen  apenas
              ordenadores, ¿qué nos estamos perdiendo?
                 La tecnología ha aportado grandes beneficios. Como todo, hay que aprender de nuevo
              a  usarla;  cada  uno  de  nosotros  tiene  que  decidir  de  qué  manera  desea  controlar  su
              atención: empezar por ver a qué dedica su tiempo y posteriormente a realizar un examen
              real  de  hasta  qué  punto  estamos  conectados-enganchados.  Internet  y  sus  derivados
              poseen ventajas poderosísimas para hacer la vida más sencilla en múltiples aspectos, pero
              su mal uso deriva en conductas perjudiciales para la mente y para el comportamiento.





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