Page 161 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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calles de una ciudad. El experimento consistió en proyectar imágenes en una pared
mientras grupos de veinte sujetos se ejercitaban sobre cintas para correr. A cuatro grupos
de sujetos les proyectaron imágenes de cuatro categorías diferentes —rurales agradables,
rurales desagradables, urbanas agradables y urbanas desagradables—. Al mismo tiempo
un grupo control corrió sin ninguna imagen proyectada. Se comprobó la presión arterial
de los sujetos y se tomó nota de dos aspectos psicológicos —autoestima y estado de
ánimo— antes y después de realizar el ejercicio. Comprobaron que la proyección de
imágenes agradables, tanto rurales como urbanas, tuvo un significativo efecto positivo en
la autoestima y el estado de ánimo.
La naturaleza y los seres vivos inducen en la mayoría de las personas un estado de
bienestar, por eso resulta fundamental para la salud mental contar con espacios verdes en
nuestro vecindario. La naturaleza nos ayuda a combatir las enfermedades mentales que
podamos haber desarrollado, a concentrarnos mejor y a pensar con mayor claridad.
La sola contemplación de la naturaleza ya conlleva efectos beneficiosos, como
demostró Ernest O. More en 1981, al evidenciar que presos que contaban con vistas a
las granjas de los alrededores de una prisión enfermaban menos que aquellos cuyas
celdas daban al patio de la cárcel. En la misma línea, Roger S. Ulrich comprobó en 1984
que los pacientes que contaban con una ventana con vistas a la naturaleza precisaban un
menor tiempo de estancia posoperatoria en un hospital de las afueras de Pensilvania. La
contemplación de la naturaleza es buena, pero el ejercicio rodeados de esta es mejor. La
doctora Sara Warber, profesora de Medicina Familiar de la Escuela de Medicina de la
Universidad de Michigan, en su estudio publicado en la revista Ecopsychology en 2014,
trató sobre los beneficiosos efectos de pasear en grupos al aire libre: se reduce el estrés,
la depresión y los sentimientos negativos, al tiempo que se aumentan los positivos y la
salud mental.
El ejercicio ayuda a manejar y equilibrar el hipocampo. Cuando te sientes
alterado, tu hipocampo disminuye de tamaño y la amígdala reacciona de
forma más desorganizada.
En resumidas cuentas, un ejercicio moderado y lo más cerca posible de la naturaleza
reducirá los niveles de cortisol, mejorará el sistema inmune, nos ayudará a combatir el
estrés, la ansiedad y la depresión.
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