Page 157 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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Crecer  entre  tecnología  no  nos  hace  más  inteligentes.  Es  cierto  que  ha  facilitado  un
              sinfín de actividades, pero sobre todo hemos desarrollado una característica en la mente
              con gran habilidad: la multitarea. La neurociencia lo denomina «alternancia continuada de
              la atención». Esto significa que el cerebro dedica unos minutos o segundos a realizar una
              tarea, luego a otra y después a otra. El cerebro no puede efectuar dos acciones al mismo
              tiempo si involucran la misma área cerebral. Si nos encontramos escuchando la letra de
              una  canción  en  inglés  a  la  vez  que  leemos  un  libro,  no  realizamos  ninguna  de  las  dos
              tareas al cien por cien. Se produce una alternancia en el foco de atención debido a que
              tocan la misma zona cerebral.
                 La  realidad  es  que,  cuando  realizamos  la  función  multitarea,  el  cerebro  es  capaz  de
              captar de forma superficial mucha información pero no es capaz de retenerla. Clifford
              Nass,  sociólogo  de  Stanford,  fue  uno  de  los  pioneros  en  estudiar  la  relación  entre  el
              déficit de atención y la multitarea. A pesar de lo que se pueda pensar, las personas que
              hacen  varias  cosas  a  la  vez  —hablar  por  teléfono,  contestar  el  correo…—  son  menos
              eficientes. Es cierto que son capaces de cambiar de foco de atención más ágilmente, pero
              los  estudios  afirman  que  conlleva  un  bloqueo  de  la  memoria  de  trabajo.  Si  esto  se
              generaliza,  acabaremos  viviendo  en  una  sociedad  superficialmente  informada  y  carente
              de formación.
                 Los investigadores de la Universidad de Saarland (Alemania) B. Eppinger, J. Kray, B.
              Mock  y  A.  Mecklinger  han  publicado  interesantes  estudios  sobre  el  tema.  Cuando  la
              mente alterna varias tareas, los circuitos cerebrales realizan una pausa entre una y otra,
              consumiendo más tiempo y generando menos eficacia en el procesamiento de las tareas.
              Estamos hablando de una reducción de hasta un cincuenta por ciento.
                 El  siglo  XXI  es  el  siglo  de  la  hiperestimulación;  gracias  —o  pese—  a  las  «nuevas»
              tecnologías, el cerebro se ve expuesto y obligado a procesar cantidades ingentes de datos
              que llegan a nuestros sentidos, fundamentalmente la vista, que irrumpen en oleadas o de
              forma  simultánea.  Esta  hiperestimulación  tiene  graves  consecuencias;  los  niños  y
              jóvenes,  acostumbrados  a  este  bombardeo,  precisan  estímulos  cada  vez  más  fuertes  e
              intensos para motivarse. Esto merma su curiosidad, asombro y ganas de querer aprender
              algo que vaya más allá del mundo digital. Se encuentran desmotivados y su creatividad e
              imaginación completamente anuladas. No solo eso, desde la infancia, se les acostumbra a
              un ritmo de vida y a una intensidad que dificulta la serenidad y el disfrute del silencio. Se
              puede afirmar que los hijos saltan constantemente de un estímulo a otro.
                 No  olvidemos  que  el  éxito  en  la  vida  lo  logran  las  personas  que  son  capaces  de
              concentrarse y enfocarse en lo que realmente desean, siendo capaces de perseverar en el
              propósito.  La  atención  del  cerebro  se  desarrolla  en  la  corteza  prefrontal.  Esta  zona  se
              encarga de la voluntad, el autocontrol y la planificación de una tarea. Hay que desarrollar
              esta zona del cerebro en los niños desde pequeños. Es una de las más importantes de la
              mente.
                 Veamos entonces cómo se desarrolla la corteza prefrontal desde el nacimiento.
                 Un bebé comienza a prestar atención cuando ve luz; a los meses de vida, su atención
              se  focaliza  donde  encuentra  luz,  movimiento  y  sonido.  El  gran  reto  de  la  educación




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