Page 151 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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CRONOPATÍA, LA OBSESIÓN POR APROVECHAR EL TIEMPO


                                                   El arte del descanso es una parte del arte de trabajar.


                                                                                             JOHN STEINBECK



                 Nos  encontramos  en  un  momento  de  la  historia  donde  la  máxima  aspiración  del  ser
              humano es la productividad y la eficiencia. Es lo que denominamos la mercantilización
              del tiempo.
                 Hoy se valora de forma positiva todo aquello que se relaciona con la velocidad y la
              capacidad de aprovechar más el tiempo. ¿Qué consecuencia tiene esto? La aparición de
              un  estrés  que,  cual  enfermedad  maligna,  se  está  extendiendo  a  todos  los  aspectos  de
              nuestra sociedad, convirtiéndose en crónica y gravemente perjudicial.
                 El  tiempo  es  el  bien  más  democrático  que  existe.  Todas  las  personas  cuentan  con
              veinticuatro horas en su día. Cada uno es responsable, no solo de cómo rellena el día,
              sino de cómo percibe la sensación del tiempo. El ser humano se define según la manera
              en la que organiza su día y, con ello, su vida. Las personas ordenadas consiguen que las
              horas  se  multipliquen,  porque  no  olvidemos  que  «el  orden  es  el  placer  de  la  razón».
              Llegados a este punto podemos diferenciar dos extremos: el de las personas que pierden
              y malgastan su tiempo con una vida vacía que les conduce a estados depresivos y el de
              las personas que sufren de cronopatía. ¿Quién no conoce a alguien que no sabe renunciar
              a ningún plan, que necesita planificar todo su tiempo con mucha antelación y llenar todos
              los espacios y huecos de su agenda con múltiples actividades? Cuidado con ellos, su vida
              acaba  convirtiéndose  en  una  huida  hacia  adelante.  No  olvidemos  que  las  grandes
              experiencias de la vida no se saborean en el ajetreo de las prisas y el reloj. La vida no es
              plena y gratificante si no hay paz y quietud en algunos instantes.


              ¿SABES DESCANSAR DE VERDAD?


                 Creo profundamente que el descanso verdadero se encuentra en vía de extinción. Ha
              surgido un nuevo «síndrome»: la cronopatía —cronos ‘tiempo’, pathos ‘enfermedad’—,
              la  enfermedad  del  tiempo.  Decía  Gregorio  Marañón:  «La  rapidez,  que  es  una  virtud,
              engendra un vicio, que es la prisa». Vivimos convencidos de que la prisa y la aceleración
              producen  mayores  y  mejores  resultados  en  la  vida.  Estamos  acostumbrados  a  que,  si
              intentamos fijar una reunión con alguien, nos conteste:
                 —No tengo tiempo, estoy liado…
                 Lo asimilamos como normal y correcto.
                 La  inmediatez  se  ha  convertido  en  un  protagonista  crucial  de  la  vida.  Todo,  hoy  y
              ahora. No se espera una semana para ver el siguiente capítulo de una serie y se reclaman
              los billetes de tren por llegar quince minutos tarde al destino.





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