Page 146 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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entiende nada. Pasan unos días y en la primera reunión con altos directivos,
coge la palabra y ¡lo mismo! No puede hablar. Cuando acude a mi consulta
tiene dos miedos: uno a hablar en público —ya lo tenía—; pero se añade
otro, el miedo a quedarse «mudo» delante de mucha gente.
Comenzamos terapia explicándole exactamente cómo relajarse minutos
antes de hablar utilizando técnicas de respiración y repitiendo una serie de
mensajes que neutralizan su miedo. Dibujo en su libreta un esquema de los
nervios que llegan a las cuerdas vocales para que visualice el proceso y se
sienta confiado al respecto. Por otra parte realizamos técnicas de
socioterapia para vencer sus miedos y timidez delante de mucha gente.
Durante el tratamiento de cáncer del presidente fue capaz de fusionar la
empresa con éxito y con un dominio de gentes y de su voz mucho mayor
que antes. Todo ello le hizo ganar gran seguridad en sí mismo.
LA TERAPIA CONTRA LOS MIEDOS
Este tipo de terapia consiste en exponer y confrontar al paciente con el problema que
causa su angustia o miedo irracional. Hay que realizarlo poco a poco, para que el cerebro
se vaya adaptando y el paciente se vaya sintiendo seguro con los pasos que va dando.
En el caso de Antonio, la terapia de exposición consistió en que un día nos hablara y
expusiera a todo el equipo, su mujer y algún invitado más en qué consistía la empresa en
la que trabajaba. Más adelante, le impulsamos a que en diferentes eventos —la comunión
de un hijo, la boda de un primo suyo…— dijera en público unas palabras emotivas sobre
los mismos.
En las personas que sufren de agorafobia solemos recomendar que una persona
cercana, de confianza, acompañe al paciente a un lugar abierto. Eso se repite más
adelante dejando al paciente en un sitio cercano y esperando a reencontrarse en el sitio
pactado. Todo ello va asociado con técnicas de respiración que son útiles y una
mensajería interna de apoyo a lo que uno está realizando. Poco a poco el cerebro se va
adaptando, y el cuerpo deja de transmitir sensaciones de ahogo y angustia.
CÓMO RESPIRAR
Cuando, a alguien que está nervioso, otro le dice, con ánimo de ayudar, ¡respira!, lo
lógico es que uno piense… «¡pero si estoy respirando!». Está claro que cuando pedimos
a alguien que respire en un momento de angustia o ansiedad, estamos pidiendo una
respiración más profunda y concienzuda. Entremos a analizarlo.
Desde hace tiempo se han hablado mucho de las técnicas de relajación y existen
múltiples estudios y artículos al respecto. La mayoría de personas creen que consiste
únicamente en inspirar profundamente y espirar lentamente. No están desencaminados,
pero vamos a intentar aplicarlo de forma más eficaz y ordenada.
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