Page 145 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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triunfos de la antigua Roma: Memento mori ‘recuerda que eres mortal’. No perdamos de
              vista nuestra propia pequeñez, seamos flexibles, practiquemos algo de sano abandono y
              disfrutemos del hoy y el ahora…





                 Esa  búsqueda  constante  del  control  nos  lleva  a  no  disfrutar  de  las  cosas
                 buenas  que  nos  están  ocurriendo,  a  olvidar  el  momento  presente
                 «obsesionándonos» con el futuro.





                 Si  ese  control  radica  en  dominar  mis  emociones,  mis  estados  de  ánimo  y  lo  que
              transmito  a  los  demás,  eso  tiene  un  efecto  nefasto  porque,  cómo  hemos  visto  en  el
              capítulo 6, «Quien se traga las emociones, se ahoga».




                                                   EL CASO DE ANTONIO

                 Antonio es el vicepresidente de una empresa. Están siendo unas semanas de
                 mucha tensión profesional porque se encuentran en plena negociación para
                 fusionarse con una multinacional extranjera. Un día, el presidente le convoca
                 a  un  consejo  de  administración  extraordinario  para  tratar  un  tema
                 importante.  Antonio  es  un  hombre  muy  trabajador,  meticuloso  con  su
                 trabajo, extremadamente ordenado y constante. Es tímido y le cuestan las
                 relaciones  con  las  personas,  le  supone  un  gran  esfuerzo  soltarse  y
                 únicamente  mejora  socialmente  cuando  está  en  situaciones  de  mucha
                 confianza.
                    Al  llegar  a  la  reunión,  se  encuentra  con  una  treintena  de  personas
                 alrededor de la mesa. El presidente, alza la voz y dice:
                    —Hace unos días me detectaron un cáncer, es severo pero voy a luchar
                 para  vencerlo.  Necesito  consagrar  a  mi  recuperación  toda  mi  energía  y  mi
                 tiempo.  Por  lo  tanto,  me  gustaría  que  durante  mi  ausencia,  Antonio,  el
                 vicepresidente, dirija y coordine la fusión.
                    Antonio  se  levanta  para  decir  unas  palabras  y  no  le  sale  la  voz,  está
                 «afónico».  ¡Pero  si  hace  unos  minutos  ha  hablado  con  su  mujer  por
                 teléfono! Explica susurrando —la primera excusa que se le ocurre— que está
                 saliendo  de  una  neumonía.  Añade  que  desea  lo  mejor  para  el  presidente
                 durante  el  tratamiento  y  que  conducirá  la  empresa  de  la  mejor  manera
                 posible durante la ausencia del presidente.
                    Sale  de  la  reunión  y  llama  a  su  mujer;  habla  bajito,  y  decide  acudir
                 urgentemente  a  un  otorrino  amigo  suyo.  A  los  pocos  minutos  de  estar
                 comentándole  al  médico  lo  sucedido,  recupera  la  voz  normalmente.  No




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