Page 71 - Cómo hacer que te pasen cosas buenas: Entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida (Spanish Edition)
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se tornan torpes y distantes—. La sintomatología de la depresión puede ser en muchas
ocasiones inespecífica y manifestarse en forma de trastornos somáticos; según algunos
estudios en torno al 60 por 100 del motivo primario de consulta puede ser por esta
causas físicas.
El que no ha tenido una auténtica depresión clínica no sabe lo que es la tristeza. El
sufrimiento de la depresión puede llegar a ser tan profundo que solo se vea como salida
de ese túnel el suicidio.
Nadie está a salvo de padecer una depresión. Es cierto que existen factores de riesgo
—familiares, genéticos, socioeconómicos…—, pero las consultas están llenas de
personas de todo tipo que atraviesan el túnel oscuro de la depresión. Escritores,
deportistas, músicos, actrices, cantantes, políticos, grandes empresarios y hombres de
éxito… Muchos han reconocido haber sufrido depresión o haber estado en tratamiento.
PERSONAJES QUE HAN SUFRIDO DEPRESIÓN
Vincent van Gogh. Genio de la pintura, fue ingresado en un hospital
psiquiátrico; desgraciadamente para él y para la historia del arte empeoró
hasta el punto de suicidarse. El pintor holandés del pelo rojo y la oreja
mutilada sentía que su tormentosa vida carecía de sentido, profesionalmente
se consideraba un fracasado y de hecho tan solo vendió un cuadro en vida.
Acabó dejándose llevar; sus últimas palabras fueron: «La tristeza durará
para siempre».
Miguel Ángel Buonarroti. En el caso del —en opinión de muchos—
mejor escultor de la historia, su depresión se origina por lo que hoy
denominaríamos un trastorno dismórfico corporal, es decir, la obsesión por
una zona del cuerpo que nos desagrada.
Cuentan que Miguel Ángel tenía un aspecto no muy favorecido,
caracterizado por una nariz desfigurada por una agresión de uno de sus
muchos envidiosos enemigos, Pietro Torrigiano, escultor de gran
temperamento. Este colaboraba en la corte de Lorenzo de Medici, quien
tenía gran admiración por Miguel Ángel. Un día, en un ataque de celos o
envidia, le rompió la nariz. Esto provocó en Miguel Ángel un trauma, por el
cual se aisló y evitó la compañía durante muchos años. Su buen amigo, el
poeta Poliziano, fue un excelente apoyo terapéutico para esa etapa de su
vida.
Ernest Hemingway. Sufrió una depresión grave al final de su vida.
Sentía una profunda tristeza y desilusión. Para intentar curarla recibió varias
sesiones de electrochoque, tratamiento entonces poco desarrollado y
rudimentario, lo que provocaba efectos graves y perjudiciales en los
pacientes. Ernest perdió la memoria y su cognición se vio profundamente
afectada. Cuando recibió el Premio Nobel en el año 1954 por toda su
carrera, sus palabras fueron:
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