Page 521 - El Señor de los Anillos
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puesto). De modo que las ents-mujeres cultivaron jardines para vivir. Pero los
ents siguieron errando por el mundo y sólo de vez en cuando íbamos a los
jardines. Luego, cuando la Oscuridad entró en el Norte, las ents-mujeres
cruzaron el Río Grande, e hicieron otros jardines y trabajaron los campos nuevos
y las vimos menos aún. Luego de la derrota de la Oscuridad las tierras de las
ents-mujeres florecieron en abundancia y los campos se colmaron de grano.
Muchos hombres aprendieron las artes de las ents-mujeres y les rindieron
grandes honores; pero nosotros sólo éramos una leyenda para ellos, un secreto
guardado en el corazón del bosque. Sin embargo aquí estamos todavía, mientras
que todos los jardines de las ents-mujeres han sido devastados: los hombres los
llaman ahora las Tierras Pardas.
« Recuerdo que hace mucho tiempo, en los días de la guerra entre Sauron y
los Hombres del Mar, tuve una vez el deseo de ver de nuevo a Fimbrethil. Muy
hermosa era ella todavía a mis ojos, cuando la viera por última vez, aunque poco
se parecía a la ent-doncella de antes. Pues el trabajo había encorvado y tostado a
las ents-mujeres y el sol les había cambiado el color de los cabellos, que ahora
parecían espigas maduras, y las mejillas eran como manzanas rojas. Sin
embargo, tenían aún los ojos de nuestra gente. Cruzamos el Anduin y fuimos a
aquellas tierras, pero encontramos un desierto. Todo había sido quemado y
arrancado de raíz, pues la guerra había visitado esos lugares. Pero las ents-
mujeres no estaban allí. Mucho tiempo las llamamos y mucho tiempo las
buscamos; y a todos les preguntábamos a dónde habían ido las ents-mujeres.
Algunos decían que nunca las habían visto; y algunos decían que las habían visto
yendo hacia el Oeste y algunos decían el este y otros el sur. Pero fuimos a todas
partes y no pudimos encontrarlas. Nuestra pena era muy honda. No obstante el
bosque salvaje nos reclamaba y volvimos. Durante muchos años mantuvimos la
costumbre de salir del bosque de cuando en cuando y buscar a las ents-mujeres,
caminando de aquí para allá y llamándolas por aquellos hermosos nombres que
ellas tenían. Pero el tiempo fue pasando y salíamos y nos alejábamos cada vez
menos. Y ahora las ents-mujeres son sólo un recuerdo para nosotros, y nuestras
barbas son largas y grises. Los elfos inventaron muchas canciones sobre la Busca
de los Ents, y algunas de esas canciones pasaron a las lenguas de los hombres.
Pero nosotros no compusimos ninguna canción y nos contentamos con canturrear
los hermosos nombres cuando nos acordábamos de las ents-mujeres. Creemos
que volveremos a encontrarnos en un tiempo próximo, quizás en una tierra donde
podamos vivir juntos y ser felices. Pero se ha dicho que esto se cumplirá cuando
hayamos perdido todo lo que tenemos ahora. Y es posible que ese tiempo se esté
acercando al fin. Pues si el Sauron de antaño destruyó los jardines, el enemigo de
hoy parece capaz de marchitar todos los bosques.
» Hay una canción élfica que habla de esto, o al menos así la entiendo yo.
Antes se la cantaba todo a lo largo del Río Grande. No fue nunca una canción