Page 18 - Dialectica
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Estudios sobre l´ ogica dial´ ectica
–¿Recuerda usted si su madre sirvi´ o en el Palacio alguna
vez?
–No, Alteza, responde el interrogado, pero s´ ı mi padre.
[25]
En este caso la conjunci´ on pero cumple una funci´ on muy especial.
En este fragmento hay dos interpretaciones posibles para el texto y esta
doble interpretaci´ on esta indicada por la conjunci´ on: es posible inter-
pretar que el resultado del parecido sea una casualidad y tambi´ en es
posible interpretar que, contra lo que sugiere el monarca, son pareci-
dos por su padre y no por su madre. Entendemos, y esto se reforzara
con otros ejemplos, que aqu´ ı la conjunci´ on pero expresa una funci´ on
l´ ogica diferente. Este enunciado, como muchos de los chistes y juegos
de palabras, es el equivalente intelectual del cubo de Louis A. Necker
(1786, 1861): 21 existe una doble interpretaci´ on y no es posible decidir
a cual de las dos interpretaciones se hace referencia.
Un segundo ejemplo de Freud no muestra otro aspecto del uso de
la conjunci´ on pero:
Federico el Grande oy´ o hablar de un predicador de Sile-
sia que ten´ ıa fama de hallarse en trato con los esp´ ıritus.
Deseoso de averiguar lo que hab´ ıa en tales rumores, hizo
acudir a su presencia al predicador y le recibi´ o con la pre-
gunta siguiente:
–¿Puede usted conjurar a los esp´ ıritus?
–S´ ı, Majestad, pero nunca acuden. [25]
En este ejemplo el resultado tambi´ en es un chiste, pero de diferen-
te naturaleza l´ ogica. Aqu´ ı no aparecen dos interpretaciones sino una
contradicci´ on. La respuesta, pasada a t´ erminos muy simples dice:
21
Se trata de la perspectiva de un cubo transparente que puede interpretarse tanto
como visto hacia atr´ as como hacia adelante. En forma similar se puede dibujar una
escalera que puede verse desde arriba o desde abajo. Existen mucho ejemplos de figuras
que poseen una doble interpretaci´ on y hasta una triple interpretaci´ on.
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