Page 200 - Dialectica
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Estudios sobre l´ ogica dial´ ectica
al tomar el valor “verdadero” sea compatible con el significado material
o real, por ejemplo, de la propiedad “amar”. As´ ı por ejemplo, parecer´ ıa
que excepto alg´ un santo –que sea patol´ ogicamente incapaz de odiar–
las personas comunes mezclan sus sentimientos y pueden “no amar”
ya sea por momentos (l´ ogica temporal) ya sea por grados (l´ ogica mo-
dal). 148 Casi las mismas razones se puede esgrimir en el caso del valor
l´ ogico “falso”.
Pensemos ahora en este otro problema ¿cual es la propiedad contra-
ria de F(x)? La respuesta es m´ ultiple y compleja. Como ya se se˜ nal´ o en
una nota anterior, las siguientes proposiciones
H(x) = x odia
I(x) = x es un fan´ atico religioso
J(x) = x est´ a fuera de sus cabales
K(x) = x est´ a muerto
L(x) = x es un personaje de una obra literaria
y muchas otras similares, que se vinculan claramente con los estados
emocionales de la persona, todas son, de acuerdo con su significado
material, propiedades contrarias a F(x) en alg´ un sentido. Por eso nos
interesa caracterizar la propiedad dial´ ectica de la contradicci´ on mate-
rial en forma precisa.
Definici´ on 33 Dos propiedades F(x) y G(x) se llaman contrarias
materiales si, para alguna negaci´ on definida N, para cada valor u de
la variable material x ocurre F(u) = N G(u).
La noci´ on de contrarios materiales es una noci´ on b´ asica para la
dial´ ectica. La noci´ on de propiedad es corriente en matem´ atica. En este
caso, se trata de una funci´ on proposicional que solamente toma valores
“verdadero” y “falso”. La importancia de extender a la dial´ ectica esta no-
ci´ on resulta del hecho que la funci´ on pueda tomar valores dial´ ecticos.
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Tambi´ en parecer´ ıa que es una licencia po´ etica –empleada en un celebrado soneto
de Quevedo– que una persona pueda “amar” m´ as all´ a de la muerte.
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