Page 269 - Dialectica
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Ap´ endice: Pr´ ologos de versiones anteriores
Pr´ ologo de 1985
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Las pocas veces que coment´ e el proyecto de este libro encontr´ e una mis-
ma respuesta: ¡cuidado! Todos los compa˜ neros materialistas dial´ ecticos
poseen reservas acerca de la exploraci´ on de los principios de la dial´ ecti-
ca desde un punto de vista formal. En un cierto sentido tienen raz´ on,
en otro no. La propia existencia de este libro es, desde el principio, una
cuesti´ on dial´ ectica. Se repet´ ıa as´ ı la historia de “Las Leyes de El Capital”.
Las oposiciones son de diferentes estilos. Hay quienes dicen que la
dial´ ectica no es formalizable ni expresable, lisa y llanamente. No dan
mayores argumentos, solamente lo sienten as´ ı. Creo que no hay aqu´ ı un
verdadero argumento sino el reflejo de muchos a˜ nos de confusi´ on. En
la vida cotidiana se emplea con gran liberalidad la palabra dial´ ectica pa-
ra indicar simplemente una interacci´ on rec´ ıproca. Cuando se dice que
existe una relaci´ on dial´ ectica entre la teor´ ıa y la acci´ on o entre la cien-
cia y la tecnolog´ ıa se realizan afirmaciones correctas. Pero muchas veces
quien las enuncia solamente repite afirmaciones cl´ asicas del materialis-
mo dial´ ectico que verdaderamente no comparte en sus alcances. Estas
afirmaciones no son “m´ as dial´ ecticas” que decir, por ejemplo, es una
hermosa ma˜ nana de Sol. Por esta raz´ on decimos que estos compa˜ neros
no comprenden los alcances dial´ ecticos de lo que afirman.
Hay otros compa˜ neros que temen que una formalizaci´ on condu-
cir´ a a un planteo mec´ anico, a una trivializaci´ on de las ideas de la dial´ ecti-
ca. El temor es correcto. Durante los largos a˜ nos de b´ usqueda que con-
dujeron a este trabajo, todos los d´ ıas sent´ ı ese temor. Ahora que esta
bastante terminado –nunca se puede decir que un estudio que preten-
de ser cient´ ıfico esta terminado del todo– pienso que este temor ha
desaparecido. Hay varias razones para pensar as´ ı.
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