Page 46 - Dialectica
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Estudios sobre l´ ogica dial´ ectica

             Por el contrario, es poco probable que exista acuerdo acerca de las si-
             guientes afirmaciones:

                  La primera afirmaci´ on es yin y la segunda es yang.
                  La primera afirmaci´ on es marcadamente “masculina” en tanto
                  que la segunda es marcadamente “femenina”.
                  La primera afirmaci´ on es marcadamente “est´ atica” en tanto que
                  la segunda es marcadamente “din´ amica”.
                  Ninguna de las dos afirmaciones posee algo de verdad, deben ser
                  consideradas enteramente falsas por igual.
                  Lo opuesto de las precedentes afirmaciones.

                La respuesta a estas posibilidades ser´ a analizada luego de presen-
             tar m´ as materiales de la dial´ ectica yin–yang. Estas consideraciones nos
             muestran que el cerebro humano puede trabajar con valores l´ ogicos
             diferentes de “verdadero” o “falso” y que estos conceptos son aplica-
             bles al universo y poseen inter´ es real. A efectos de establecer con mayor
             firmeza este punto, abundaremos en ejemplos de dial´ ectica yin–yang.
                Las agudezas de Wilde, el pensamiento escol´ astico chino o el estu-
             dio de la historia de Toynbee no son los ´ unicos ejemplos hist´ oricos de
             dial´ ectica yin–yang. Tambi´ en la teor´ ıa sexual de Freud es otro ejemplo
             sumamente interesante de esta estructura l´ ogica:

                  Sadismo y masoquismo ocupan entre las perversiones un
                  lugar particular, dado que la ant´ ıtesis de actividad y pasi-
                  vidad que constituye su fundamento pertenece a los carac-
                  teres generales de la vida sexual [ ...] sus dos formas, ac-
                  tiva y pasiva, aparecen siempre conjuntamente en la mis-
                  ma persona [ ...] Vemos as´ ı aparecer regularmente deter-
                  minadas tendencias perversas como pares contradictorios,
                  hecho cuya alta importancia te´ orica veremos m´ as adelante
                  [ ...] Cuando se descubre en lo inconsciente uno de es-
                  tos instintos, apto para formar con su contrario uno de los
                  pares que hemos hablado, aparece siempre actuando si-
                  mult´ aneamente dicho instinto antit´ etico. Toda perversi´ on
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