Page 55 - Dialectica
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Las dial´ ecticas naturales
En cambio, la triple negaci´ on en D3 se cumple con: N N N tesis =
tesis.
Al igual que en el caso yin–yang, se plantea en el caso hegeliano la
duda sobre los valores l´ ogicos. En buena medida resulta dif´ ıcil aceptar,
al principio, que la terminolog´ ıa cl´ asica haga referencia a valores l´ ogicos
y no a otro tipo de entidades. En las formulaciones imprecisas de la
dial´ ectica se suele considerar que tesis, ant´ ıtesis, etc, son estados de un
proceso din´ amico. Ocurre lo mismo que en el caso de la dial´ ectica yin–
yang: son las propiedades materiales las que generan una l´ ogica y de
all´ ı la confusi´ on. En definitiva, el problema nace de que la l´ ogica es un
reflejo, una abstracci´ on de las propiedades materiales del universo. Por
esta raz´ on existe la confusi´ on.
Hay otro punto, digno de destacarse, que tambi´ en puede causar
una cierta perplejidad inicial. Al igual que en el diagrama yin–yang, en
el diagrama de Hegel no se pueden diferenciar los tres elementos. Esto
hace que no exista nada que permita diferenciar una tesis de una ant´ ıte-
sis o una s´ ıntesis. Una afirmaci´ on no tiene, en abstracto, uno de estos
valores asignado por su contenido. Le son aplicables por igual los tres
valores. As´ ı resulta que cualquier afirmaci´ on tanto es punto de partida
como de llegada, tanto tesis como ant´ ıtesis, las diferencias nacen de las
relaciones rec´ ıprocas solamente.
En definitiva, la concepci´ on te´ orica de la historia de Toynbee difiere
de la concepci´ on del materialismo hist´ orico solamente en un punto:
en tanto que la primera ocurre en la l´ ogica dial´ ectica de rango 2 (de
dos elementos), la segunda ocurre en la dial´ ectica de rango 3 (de tres
elementos). Por supuesto que ´ esta es una manera muy abreviada de
enunciar diferencias que son un abismo, pero es bueno precisar que,
desde un punto de vista abstracto, la diferencia es num´ erica.
M´ as adelante regresaremos sobre este punto. Por el momento nos
conformaremos con adelantar algo m´ as en la interpretaci´ on de los va-
lores l´ ogicos de la dial´ ectica.
La primera ley de la dial´ ectica
El texto de Engels sobre la primera ley de la dial´ ectica es claro y no
ofrece dificultades de comprensi´ on:
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