Page 11 - Hacia una escuela ecohumanista
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Conocer y actuar 17
En otras ocasiones, el conflicto se agranda y se extiende porque no se ha ac-
tuado con decisión cuando aflora, en sus inicios, con baja intensidad. No podemos
mirar a otra parte. La comodidad del “no ver” y “no actuar” tiene consecuencias
de alto riesgo en los casos de acoso escolar, que suelen manifestarse de entrada en
forma de pequeños gestos, comentarios o sonrisas. Hay que actuar con decisión,
demostrando que en la escuela el respeto a la dignidad de todos se erige como uno
de los fundamentos y valores principales. Esta labor preventiva, interviniendo ade-
cuadamente cuando el problema se presenta por primera vez, otorga seguridad,
Muestra gratuita
no solamente al alumno o alumna afectados, sino a todo el grupo. Les estamos di-
ciendo: “No se van a permitir ofensas a la dignidad de nadie”; también afirmamos:
“todos y todas sois importantes para mí”. Estamos actuando contra la falta de com-
prensión, previniendo el egocentrismo y apostando por una educación humanista,
más transversal, que va más allá de la enseñanza meramente instrumental.
Dinamizar las aulas
Dinamizar el aula para intentar convertirla en lo que podemos denominar un
equipo de aprendizaje comporta que seamos persistentes en cuatro líneas de trabajo:
Conocer bien los contenidos y profundizar en el cómo transmitirlos, investigando
continuamente nuevas experiencias y contrastando su acogida y su efica-
cia. En la búsqueda de estrategias diversas para optimizar el aprendizaje es
importante no caer en el probar por probar, porque esta búsqueda exige re-
flexión, rectificación y reajuste continuos, y cuidar la coherencia, el sentido
de posibilidad y el sentido común.
Conseguir que los alumnos y alumnas –todos y todas– avancen, siendo conscientes
de su propio crecimiento y evolución. Esto implica mantener un fondo orga-
nizativo que infunda confianza y seguridad, y conocer con detalle los ritmos
diferentes de progreso y los problemas instrumentales de base que puedan
aflorar, básicamente centrados en el cálculo matemático elemental y en la lec-
toescritura, y actuar sobre estos problemas de forma paralela. El progreso de
los alumnos significa para nosotros contemplar una diversificación de actuaciones
para atender la pluralidad de capacidades y situaciones que se nos presentan.
Tratar los posibles trastornos de aprendizaje y los casos de sobredotación con rigor,
adoptando los criterios indicados en cada caso. Existen protocolos diseñados
para los casos de déficit de atención, hiperactividad, dislexias..., con todos sus
grados y matices, y tenemos que considerarlos en sus justas dimensiones, re-
adaptando estos protocolos si es necesario para que el alumno o alumna con
alguno de estos trastornos se sienta en todo momento acompañado y perciba
una dirección de mejora que favorezca su autoestima. Los alumnos y alumnas
con altas capacidades también requieren de estrategias específicas y de acom-
pañamiento, ya que si no las aplicamos pueden caer en la apatía y el desánimo.
Mantener un tono óptimo en las relaciones con el grupo aula, basado en la activi-
dad constante, la empatía y la comunicación. La magia de las palabras y de
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