Page 39 - Diálogos Psicoanálisis Número 1
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Están depositados en ellos ideales muy elevados y su compañía más cercana, no es con otros sujetos, sino con
los dispositivos tecnológicos que les han propiciado una forma distinta de relación más bien desde el registro
imaginario, impidiendo la simbolización de lo aprendido, de lo visto, de lo vivido.
Los agentes padres pareciera que no han querido darse cuenta de que hay variables nuevas en la ecuación. No
quieren hacer nada respecto de ello, ya que la tecnología también les ha aportado muchos elementos de
pretexto para no hacerlo. Las compilaciones estadísticas han permitido generar nuevos trastornos y
padecimientos que se incrementan inconmensurablemente sin causa aparente. Sin embargo, si hay causa, y
ellos, los agentes padres tienen responsabilidad en ello.
Hoy en día, los chicos no tienen un límite establecido para nada; de lo que se trata es de estar absolutamente
ocupados, todo el tiempo absortos en lo que sea pero absortos. No tienen alguna actividad de responsabilidad
familiar definida, tienen derecho a todo sin ninguna obligación. Tienen todo lo que piden y nunca hay un precio
por ello, nada les falta, ante cualquier idea que surja de inmediato se les concede; contienen la falta de sus
padres a través del exceso que les prodigan.
Cuando los padres descubren que el niño no es como quisieran que fuera, es decir que está fuera de la curva de
Gauss, llegan a buscar una terapia porque están descompuestos, y necesitan que alguien se los repare. El niño
está muy mal, algo ocurrió cuando nació, o el padre o la madre tienen una carga genética que seguramente hace
que se comporte de esa manera. No sirve. Es urgente que se arregle rápido, necesita sacar las calificaciones más
altas que le hagan ser el ser humano más exitoso del mundo. El ser humano feliz más exitoso del mundo. El ser
humano que para ser feliz debe ser el más exitoso del mundo.
La madre culpará al padre de lo que le ocurre al hijo. De que se fue de casa y se desentendió de él o de que
debería irse porque no sirve para nada. El padre culpará a la madre de no haber atendido su encargo. Ambos se
culparán de tener una familia disfuncional. Como si las familias funcionales existieran.
Nadie ha preguntado al chico, nadie ha escuchado al chico. Han adivinado todos los días de su vida lo que el
chico quiere, y por lo tanto, peor aún, el chico ha decidido no hablar. Al no hacerlo no se hace responsable de
nada, porque no pone en palabras nada. De cualquier forma todo estará colmado. Eso es lo que él ha creído que
es el secreto de la felicidad. Ante ese silencio, prende el ordenador que ordena; abre el juego que le lleva a los
mundos que atravesará, ganando premios y reconocimientos, representando virtualmente su realidad, hasta
alcanzar el GAME OVER... ojalá que en la consola.
El avance tecnológico no cesa, galopa vertiginosamente construyendo todo lo inimaginable.
La realidad virtual es una realidad hoy, y tal pareciera que los seres humanos están
complacidos con que las máquinas vivan por ellos, todos inmersos en un mundo imaginario
que ante tal crisis, están teniendo síntomas cada vez más agresivos, su inconsciente está
gritando por ser escuchado y lograr que comiencen a preguntarse, a regresar a lo básico, a
reconocer-se en ese Pathos de ser un humano.
REFERENCIAS
Beaureagard, Luis Pablo. 2017. El Pais. 19 de Enero. Último acceso: Agosto de 2018. https://elpais.com/
internacional/2017/01/18/mexico/1484752144_868329.html.
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