Page 134 - Dune
P. 134

al aparato y estabilizarlo a baja altura en círculos concéntricos alrededor del tractor.
           Observó a derecha e izquierda, viendo que la escolta giraba sobre ellos, manteniendo
           sus posiciones.

               Paul estudió la amarillenta nube que era eructada por los orificios del tractor, y
           miró hacia el desierto, donde se aproximaban las señales del gusano.
               —¿No deberíamos oírles llamar al ala? —preguntó Halleck.

               —Normalmente, el ala está en otra frecuencia distinta —dijo Kynes.
               —¿No debería haber dos alas a disposición de cada tractor? —preguntó el Duque
           —. Hay veintiséis hombres en esa máquina, sin contar el coste del equipo.

               —Vos no tenéis aún suficiente expe… —dijo Kynes. Se interrumpió al oír una
           voz enfurecida estallando en el altoparlante:
               —¿Ninguno de vosotros ve el ala? No responde.

               Hubo  un  torrente  de  chasquidos  y  de  descargas,  y  luego  resonó  una  señal  de
           emergencia, un instante de silencio, y luego la misma voz de antes:

               —¡Informen por orden de número! Cambio.
               —Aquí Control de Rastreo. La última vez que vi el ala estaba muy alta y volaba
           hacia el noroeste. Ya no la veo. Cambio.
               —Rastreador uno: negativo. Cambio.

               —Rastreador dos: negativo. Cambio.
               —Rastreador tres: negativo. Cambio.

               Silencio.
               El Duque miró hacia abajo. La sombra de su aparato pasaba en aquel momento
           justo por encima del tractor.
               —Sólo hay cuatro rastreadores, ¿es correcto?

               —Correcto —dijo Kynes.
               —Nosotros  disponemos  en  total  de  cinco  aparatos  —dijo  el  Duque—.  Son

           grandes. Podemos cargar tres personas más en cada uno de ellos. Sus rastreadores
           deberían poder cargar un par mas cada uno.
               Paul hizo un cálculo mental. —Quedan todavía tres —dijo.
               —¿Por qué no hay dos alas de acarreo por cada tractor? —gruñó el Duque.

               —Sabéis que no disponemos de equipo extra —dijo Kynes.
               —¡Razón de más para proteger el que tenemos!

               —¿Dónde puede haber ido a parar esa ala? —preguntó Halleck.
               —Quizá se ha visto obligada a aterrizar en algún lado fuera de nuestro campo de
           visión —dijo Kynes.

               El Duque tomó el micrófono y vaciló, con el pulgar apoyado en el interruptor.
               —¿Cómo es posible que los rastreadores hayan podido perder de vista un ala de
           acarreo?

               —Concentran toda su atención en el terreno, buscando señales de gusano —dijo




                                        www.lectulandia.com - Página 134
   129   130   131   132   133   134   135   136   137   138   139