Page 321 - Dune
P. 321

—¡Fue un accidente! —rugió Jamis—. Había brujería en la Depresión de Tuono.
           ¡Y ahora voy a probarlo!
               —…  y  yo  mismo  le  he  vencido  también  —prosiguió  Stilgar—.  Busca  en  el

           desafío tahaddi vengarse también de mí. Hay demasiada violencia en Jamis para que
           alguna  vez  sea  un  buen  jefe:  demasiada  ghafla,  demasiada  inestabilidad.  Tiene  su
           boca  llena  de  reglas  pero  su  corazón  vuelto  al  sarfa,  el  alejamiento  de  Dios.  No,

           nunca será un buen jefe. Hasta ahora le he perdonado estas cosas porque es un buen
           combatiente, pero esta rabia que le corroe le hace peligroso para sí mismo y para su
           gente.

               —¡Stilgaaar! —rugió Jamis.
               Y Jessica comprendió lo que intentaba Stilgar, atraer hacia él el furor de Jamis,
           obligarle a desafiarle a él en vez de a Paul.

               Stilgar hizo frente a Jamis, y Jessica oyó de nuevo el deseo de apaciguar en la
           resonante voz.

               —Jamis, es tan sólo un muchacho. Él…
               —Tú le has llamado hombre —dijo Jamis—. Su madre dice que ha afrontado el
           gom jabbar. Su carne es firme y rezuma agua. Aquellos que han llevado su mochila
           dicen que hay litrojons de agua en ella. ¡Litrojons! Y nosotros continuamos sorbiendo

           nuestros bolsillos de recuperación al primer indicio de rocío.
               Stilgar miró a Jessica.

               —¿Es eso cierto? ¿Hay agua en vuestra mochila?
               —Sí.
               —¿Litrojons?
               —Dos litrojons.

               —¿Qué pensábais hacer con semejante riqueza?
               ¿Riqueza?, pensó Jessica. Agitó la cabeza, consciente de la repentina frialdad en

           la voz del hombre.
               —Allí donde nací, el agua cae del cielo y corre sobre la tierra formando largos
           ríos —dijo—. Los océanos son tan vastos que desde una orilla no se puede ver la
           otra. No he sido educada en vuestra disciplina del agua. Nunca he tenido que pensar

           así.
               Un suspiro se elevó de la gente reunida a su alrededor:

               —El agua cae del cielo y corre sobre la tierra…
               —¿Sabes que algunos de entre nosotros han perdido el agua de sus bolsillos de
           recuperación por accidente, y estarán en peligro antes de haber alcanzado Tabr esta

           noche?
               —¿Cómo  podía  saberlo?  —Jessica  agitó  su  cabeza—.  Si  la  necesitan,  dales  el
           agua de nuestra mochila.

               —¿Esto es lo que pensabais hacer con vuestra riqueza?




                                        www.lectulandia.com - Página 321
   316   317   318   319   320   321   322   323   324   325   326