Page 58 - Dune
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otro portátil en tu habitación.
—Habéis previsto incluso esta… discrepancia —dijo ella.
—Querida, pero pienso también en tu comodidad. He contratado criadas. Son
locales, pero Hawat las ha seleccionado… todas ellas son Fremen. Servirán hasta que
nuestra propia gente haya terminado las tareas que tienen ahora.
—¿Hay alguien en este lugar que sea realmente de fiar?
—Todos aquellos que odian a los Harkonnen. Quizá incluso quieras quedarte con
el ama de llaves: la Shadout Mapes.
—¿Shadout? —dijo Jessica—. ¿Un título Fremen?
—Me han dicho que significa «excavapozos», una palabra llena de importantes
implicaciones aquí. Puede que no corresponda a tu idea de la sirvienta ideal, pero
Hawat habla muy bien de ella, basándose en un informe de Duncan. Ambos están
convencidos de que desea servir… y especialmente servirte a ti.
—¿A mí?
—Los Fremen han sabido que eres Bene Gesserit. Y corren leyendas acerca de las
Bene Gesserit.
La Missionaria Protectiva, pensó Jessica. No hay ningún lugar que se les escape.
—¿Esto significa que Duncan ha tenido éxito? —preguntó—. ¿Serán los Fremen
nuestros aliados?
—No hay todavía nada concreto —dijo el Duque—. Duncan cree que antes
desean observarnos un poco. De todos modos, han prometido no saquear los pueblos
limítrofes durante la tregua. Es un logro más importante de lo que puede parecer.
Hawat me ha dicho que los Fremen eran una profunda espina en el costado de los
Harkonnen, que mantenían en secreto el alcance de sus incursiones. No querían
pedirle ayuda al Emperador para que no supiera la ineficacia de las fuerzas militares
de los Harkonnen.
—Un ama de llaves Fremen —murmuró Jessica, volviendo al tema de la Shadout
Mapes—. Así que tendrá los ojos totalmente azules.
—No te dejes engañar por la apariencia de esa gente —dijo el Duque—. Son muy
fuertes y de una profunda vitalidad. Creo que son precisamente lo que necesitamos.
—Es un juego peligroso —dijo Jessica.
—No empecemos de nuevo con esto —dijo él.
Ella forzó una sonrisa.
—Estamos en esto, no hay ninguna duda acerca de ello. —Se concentró en un
rápido ejercicio de retorno a la calma: dos inspiraciones, el pensamiento ritual, y
luego—: Cuando asigne las habitaciones, ¿hay alguna en especial que deseéis que os
reserve para vos?
—Algún día tienes que enseñarme cómo consigues esto —dijo el Duque—, el
modo de borrar todas las preocupaciones de tu mente y volver a las cosas prácticas.
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