Page 91 - 13 Pitagoras
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de sus vecinos, acabó erigiendo la civilización más original y pu-
        jante de su era, y,  a la larga, la más influyente en la cultura occi-
         dental.  La  antigua Grecia protagonizó una de  las  épocas más
        brillantes en la historia del conocimiento.
            Los griegos consideraban erróneamente a los egipcios como
        los fundadores de la ciencia, sobre todo de la agrimensura, la as-
        tronomía y la aritmética. Muchos griegos viajaron a Egipto y ~a-
        bilonia para estudiar tales  materias.  Esta influencia fue  muy
        sensible en la importante y rica ciudad comercial de Mileto, que
        estaba situada en Jonia, el territorio griego que ocupaba las costas
        de Asia Menor. A los puertos de Mileto llegaban los barcos de la
        Grecia europea, Fenicia y Egipto, y varias rutas de caravanas co-
        nectaban la ciudad con Babilonia. Allí nacieron la filosofía,  las
        matemáticas y las demás ciencias griegas.
            Posteriormente, las matemáticas clásicas griegas se desarro-
        llaron en ciudades diversas de toda la geografía helena,  donde
        grupos de pensadores se reunían alrededor de un sabio. Se suce-
        dieron diversos centros de estudio, cada uno de los cuales se ba-
        saba en la obra de los anteriores. Es el mismo funcionamiento que
        sigue  actualmente la ciencia: cuando un científico de primera
        línea se establece en una universidad o centro de investigación, a
        su alrededor suelen concentrarse otros expertos destacados y
        también jóvenes discípulos. La escuela jónica fue  fundada por
        Tales en Mileto, y discípulos suyos fueron los filósofos Anaximan-
        dro y Anaxímenes. La leyenda asegura, como ya se mencionó en
        el primer capítulo, que Pitágoras pudo haber aprendido matemá-
        ticas de Tales.
            Además de su obra filosófica, a Tales se le atribuyen muchos
        logros en el terreno científico, como el descubrimiento del poder
        de atracción de los imanes o de la electricidad estática, aunque
        destacan sus supuestas aportaciones matemáticas. La leyenda
        dice que, durante un viaje comercial a Egipto, calculó la altura de
        las pirámides a partir de la longitud de su sombra, que comparó
        con la altura de su bastón. Mediante el mismo uso de los triángu-
        los semejantes, que son aquellos triángulos de un mismo plano
        cuyos ángulos tienen dos a dos igual medida, se asegura también
        que calculó la distancia de un barco a la costa. Pero sobre todo





                                           UN UNIVERSO BASADO EN EL NÚMERO   91
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