Page 253 - Edición final para libro digital
P. 253

José Manuel Bermúdez Siaba


            Se termina la reforma comenzada en el 1806 en el convento de Louro.
            Año 1808: El 13 de julio arriban a nuestro puerto dos fragatas inglesas con
          vías de agua. Se les permite reparar y se les proporcionan víveres y todo lo nece-
          sario para que pudiesen emprender nuevamente su viaje.

            El 3 de noviembre se hunde en la bahía una lancha de suministro que portaba
          9 cañones para la fragata «La Bretaña» fondeada en la ría después de haber sido
          apresada por un corsario francés.
            Año 1809: El 3 de marzo arribo al puerto para reparar el bergantín portugués
          «Pensamiento Feliz», al mando del capitán Juan Araujo y guimarans. Este bu-
          que intentó ayudar a los locales cuando la incursión de los ingleses, pero sus
          cañones no resultaron efectivos. Ante la amenaza que suponían las tropas galas
          picaron sus amarras y abandonaron el puerto rumbo a corcubión, regresando días
          más tarde a recoger el material abandonado en Muros.
            El 18 de marzo, el quechemarín «Nuestra Señora del Camino» comandado
          por el capitán Josef de Louro, arribaba a puerto para descargar mercancía. Debi-
          do a la alarma general reinante no pudo llevar a cabo las labores de almacenaje
          y debió permanecer en Muros hasta el día 26, cuando abandonó el puerto, junto
          a varios otros buques, escapando de los franceses.
              El 26 de marzo de ese año, un Domingo de Ramos, ocurre uno de los más
          importantes y trágicos acontecimientos de nuestra historia. La Villa es saqueada
          y quemada por las tropas francesas.
            El 13 de abril, el gobierno de José Bonaparte otorga a Muros una serie de
          privilegios en compensación por los daños ocasionados el 26 de marzo. Entre
          esas prerrogativas figuraba una amnistía general a todos los habitantes de Muros
          y su comarca, a condición de que retornasen a sus casas y cumpliesen con sus
          obligaciones ciudadanas. También se lees eximía de pagar impuestos durante
          seis años, se les proveía de sal a fiado para mantener su industria de salazón y se
          les facilitaban los materiales necesarios para la reconstrucción del pueblo. El do-
          cumento, firmado por Pedro Bazán de Mendoza, director general de la policía en
          Santiago, constaba de una serie de ordenanzas mediante las cuales se nombraban
          nuevos cargos en las principales administraciones locales.
            En el mes de junio las tropas francesas vuelven a atacar la Villa, siendo esta
          vez rechazadas por las defensas locales apoyadas por los marinos de la fragata
          inglesa Aretusa, que se encontraba fondeada en la bahía.
            El 30 de octubre arriban a nuestra bahía cuatro lanchas cañoneras de la marina
          española, comandadas por el teniente de navío don Manuel Jove Huergo. Aban-
          donan la ría el 8 de noviembre, con rumbo a A Coruña.


                                               252
   248   249   250   251   252   253   254   255   256   257   258