Page 169 - El Misterio de Salem's Lot
P. 169

—Que no está...
               —Mierda,  ¿cómo  podemos  saber  nosotros  que  lo  esta?  —estallo  Ben—.  Tú  le
           tomaste el pulso y no se lo encontraste; yo traté de sentirle el aliento y no lo conseguí.

           Si yo supiera que a mí me enterrarán sobre esa base, pondría el grito en el cielo. Y
           mucho más teniendo el aspecto de vida que él tiene.
               —Eso te preocupa tanto como a mí, ¿verdad?

               —Sí me preocupa —admitió Ben—. Parece una figura de cera.
               —Bueno  —suspiró  Matt—.  Lo  que  dices  es  sensato...  lo  más  sensato  que  se
           puede ser en una situación como ésta. Imagino que yo debía parecer un chinado...

           Pero supongamos (como hipótesis, nada mas) que mi sospecha inicial fuera correcta.
           ¿Aceptarías una remota posibilidad de que Mike pudiera... volver?
               —Como te he dicho, esa teoría es fácil de probar o desechar. Y no es lo que más

           me preocupa.
               —¿Qué es?

               —Espera. Primero lo más importante. Probarla o desecharla no tiene por qué ser
           más que un ejercicio de lógica... una exclusión de posibilidades. Primera posibilidad:
           Mike murió de alguna enfermedad. ¿Cómo se confirma o se desecha eso?
               Matt se encogió de hombros.

               —Con un examen médico, imagino.
               —Exactamente. Y del mismo modo se confirma o se descarta una jugada sucia. Si

           alguien lo envenenó o le disparó o le dio un postre envenenado...
               —No sería la primera vez que un asesinato no se aclara.
               —Seguro que no. Pero apuesto por el médico que lo examine.
               —¿Y si el veredicto del médico es «causa desconocida»?

               —Entonces  —respondió  lentamente  Ben—,  podemos  ir  a  visitar  su  tumba
           después del funeral, para ver si se levanta. Si lo hace, lo que me resulta inconcebible,

           nos convenceremos. Si no, nos encontraremos frente al hecho que a mí me preocupa.
               —Mi locura —articuló lentamente Matt—. Ben, te juro que esas marcas existían
           y que oí cómo se levantaba la ventana, y que...
               —Te creo —le interrumpió Ben en voz baja,

               Matt se detuvo. Su expresión era la de un hombre que se ha preparado para recibir
           un golpe, sin que éste le llegue.

               —¿De veras? —preguntó con incertidumbre.
               —Digámoslo de. otra manera. Me niego a, creer que estés loco o que hayas tenido
           una alucinación. Una vez tuve una experiencia..., una experiencia relacionada con esa

           maldita casa de la colina... que me hace comprender a la gente que cuenta cosas que
           parecen imposibles a la luz de la razón. Algún día te la contaré.
               —¿Por qué no ahora?

               —No hay tiempo. Tienes que hacer esas llamadas. Y a mí me queda una pregunta




                                        www.lectulandia.com - Página 169
   164   165   166   167   168   169   170   171   172   173   174