Page 351 - El Misterio de Salem's Lot
P. 351

Jimmy se detuvo y bajó los ojos.
               —Humm... creo que mañana... mañana sería...
               —Como quieras—asintió Ben—. Iros, entonces volved alrededor de las tres. A

           esa hora, la escuela estará suficientemente tranquila para que podamos ir a ver qué
           pasa allí.
               —De acuerdo.

               —Jimmy echó a andar hacia las escaleras. Algo, una idea no muy clara o una
           inspiración,  le  hizo  volverse.  Al  otro  lado  del  sótano  vio  a  Ben,  trabajando  al
           resplandor deslumbrante de las tres luces ordenadamente dispuestas en hilera.

               Ben detuvo el torno y le miró.
               —¿Algo más?
               —Sí —murmuró Jimmy—. Algo que tengo en la punta de la lengua, pero nada

           mas.
               Ben arqueó las cejas.

               —Cuando me di la vuelta desde la escalera y te vi, fue como si recordara algo...
               —¿Importante?
               —No  lo  sé.  —Se  quedó  quieto  un  momento,  restregando  los  pies  en  el  suelo,
           esperando que volviera el recuerdo.

               Tenía que ver con la imagen que presentaba Ben, de pie bajo esas luces, inclinado
           sobre el torno. Pero fue en vano. Cuando se pensaba en una cosa así, lo único que se

           conseguía era sentirla más distante.
               Subió por las escaleras, pero se detuvo una vez más para mirar atrás. La imagen le
           sugería algo obsesivamente familiar, pero que se resistía a volver. Atravesó la cocina,
           salió y se dirigió al coche. La lluvia se había convertido en una ligera llovizna.




                                                           37




               El  automóvil  de  Roy  McDougall  estaba  a  la  entrada  del  sector  de  casas

           prefabricadas, en Bend Road, y el hecho de verlo aparcado un día de trabajo hizo que
           Jimmy temiera lo peor.
               Él y Mark descendieron del coche; Jimmy llevaba su maletín negro. Subieron por

           los escalones, y Jimmy pulsó el timbre. Como no funcionaba, llamó a la puerta de la
           casa.  Sus  golpes  no  despertaron  a  nadie,  ni  en  casa  de  los  McDougall  ni  en  la
           siguiente, que estaba a unos veinte metros de distancia.

               Jimmy trató de abrir la puerta, pero estaba cerrada.
               —En el coche tenemos un martillo —dijo.
               Cuando Mark se lo trajo, Jimmy rompió el vidrio de la puerta, por encima del

           picaporte. Luego metió la mano para descorrer el cerrojo. La puerta interior no estaba




                                        www.lectulandia.com - Página 351
   346   347   348   349   350   351   352   353   354   355   356