Page 73 - La máquina diferencial
P. 73
y luego miró a Mallory a los ojos.
—¿Confía en su buena fortuna, Ned?
Mallory se acarició la barba.
—Siga hablando.
—Los ojeadores están dando probabilidades de diez a una contra nuestro Céfiro.
Mallory se echó a reír.
—¡No soy jugador, señor Godwin! Deme hechos sólidos y pruebas, y con eso yo
adoptaré una postura. Pero no soy ningún idiota ostentoso que espera riquezas que no
se ha ganado.
—Corrió el riesgo en Wyoming. Arriesgó su propia vida.
—Pero eso dependía de mis habilidades, y de las de mis colegas.
—¡Exacto! —respondió Godwin—. ¡Esa es mi postura, al pie de la letra! Escuche
un momento. Déjeme hablarle sobre nuestra Hermandad de mecánicos del vapor.
Godwin bajó la voz.
—El director de nuestro sindicato, lord Scowcroft, era un simple Jim Scowcroft
en los malos tiempos, uno de esos agitadores populares, pero hizo las paces con los
radicales. Ahora es rico, ha estado en el Parlamento y toda la pesca; un hombre muy
listo. Cuando fui a ver a lord Scowcroft con mis planos del Céfiro me habló como
acaba de hacerlo usted: hechos y pruebas. «Maestro de primer grado Godwin», me
dice, «no puedo darle fondos de las cuotas que tanto les cuesta ganar a nuestros
hermanos a menos que pueda demostrarme, negro sobre blanco, de qué modo nos va
a beneficiar».
»Así que le dije: «señoría, la construcción de faetones de vapor es una de las
mejores industrias de lujo del país. Cuando vayamos a Epsom Downs y esta máquina
nuestra haga morder el polvo a los competidores, la alta burguesía hará cola para
comprar la famosa obra de los mecánicos del vapor». Y así es como será, Ned.
—Si gana la carrera —dijo Mallory. Godwin asintió con expresión sombría.
—No hago promesas inquebrantables. Soy ingeniero: sé muy bien cómo se puede
doblar, romper, oxidar y reventar el hierro. Y seguro que usted también lo sabe, Ned,
porque me vio hacer tantas reparaciones en esa maldita fortaleza de vapor que pensé
que iba a volverme loco. Pero conozco los hechos y los números. Sé de diferenciales
de presión, funciones del motor, pares de torsión del cigüeñal y diámetros de las
ruedas. Excluyendo un desastre, nuestro pequeño Céfiro pasará por encima a sus
rivales, como si estuvieran quietos. —Suena espléndido. Me alegro por usted. —
Mallory dio un sorbo a su cerveza—. Ahora dígame qué pasaría si se produce un
desastre. Godwin sonrió. —Entonces pierdo y me quedo sin un penique. Lord
Scowcroft fue generoso, a su parecer, pero siempre hay costes extra en un proyecto
así. Lo he puesto todo en mi máquina: el incentivo de la expedición que me dio la
Real Sociedad, incluso una pequeña herencia procedente de una tía soltera, Dios la
www.lectulandia.com - Página 73