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JESÚS — UN MAESTRO VERDADERAMENTE DEFINITIVO
Lección 8
«…yo también lo negaré…»
En Mateo 10:32-33 Jesús dijo: «Por tanto, todo el que me confiese delante de los hombres, yo
también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.Pero cualquiera que me niegue
delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre que está en los cielos».
La confesión de Cristo, sin importar lo que creamos acerca de ella en este punto, debe ser de
una tremenda importancia para el Señor. Según Mateo 10:32-33 nuestra confesión de Cristo
hará que Cristo confiese de nosotros ante el Padre. Sin embargo, negar a Cristo, provocará que
Cristo nos niegue delante de su Padre.
Entonces, la confesión y la negación de Cristo y por Cristo requieren investigación. ¿Cómo
confesamos a Cristo? ¿Cómo negamos a Cristo? Y, ¿cómo nos confiesa o nos niega Cristo?
¿Cómo confesamos a Cristo delante de los hombres?
La Biblia, especialmente el Nuevo Testamento, habla acerca de la confesión de las siguientes
maneras:
(1) El término «confesión» se usa en el sentido de «promesa» o «reafirmación». Mateo 14:7
declara: «Por lo cual le prometió con juramento darle lo que ella pidiera». En este versículo la
palabra «prometió» viene del término griego que usualmente se traduce «confesar». También
se usa de esta manera cuando Dios hizo una promesa que «confirmó» («aseguró», «prometió»)
a Abraham (Hch. 7:17).
(2) También se usaba para decir «estar de acuerdo» o «admitir». Abraham y Sara «confesaron»
(o «admitieron») que eran «extraños y peregrinos en la tierra» (Heb. 11:13).
(3) El término griego homologeo también se utiliza en el sentido de confesar en una cuestión
judicial y/o religiosa. Juan, en 1 Juan 1:9, utilizó el término «confesar» en ese sentido. En este
versículo Juan dice: «Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los
pecados y para limpiarnos de toda maldad». Este sentido de «confesión» es nuestra forma más
común de entender la palabra, pero, como ya hemos observado, y seguiremos observando, el
término tiene un sentido mucho más amplio.
(4) La palabra también se usa con el sentido de «declarar» (de manera pública) o «reconocer».
Jesús, en respuesta a aquellos judíos que creían merecer el cielo, «confesó» (declaró) que ellos
eran hacedores de maldad (Mat. 7:23). Los fariseos, de Hechos 23:8, no tuvieron temor de
«confesar» (reconocer o declarar) que creían en la resurrección y en la existencia de los ángeles
(vea también Jn. 9:22 y 1 Jn. 4:2).
(5) Finalmente, el término también se utiliza con un sentido de «alabanza» o de «dar gracias».
Hebreos 13:15 dice, «Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza
a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre». Al cantar alabando a Dios,
«confesamos» (damos gracias) a Dios.
Luego de este breve examen, concluimos que hay tres áreas generales donde la confesión tiene
aplicación para el hombre.
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