Page 170 - Resiliente
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Volví por las escaleras, me termine de vestir y luego me afeite
la irregular barba que poblaba mi rostro, me mire envejecido,
cansado, tenía el pelo muy largo, lo coloque hacia atrás de mis
y me envolví en una chaqueta verde.
Baje las escaleras y tome todos los cartuchos que me quedaban,
diez para ser precisos, salí al frio de la madrugada y mire
a Máximo en el techo dormido, estaba envuelto en una cobija
y todos sus ronquidos parecían resonar y alborotar a los mismos
zombis, lo deje tranquilo, debe tener energia mas tarde.
Solo di una ronda para aclarar mi mente, y encontré que toda
la urbanización estaba en total calma, los zombis que se habían
pegado el día anterior en la reja se habían alejado lo sufi-
ciente y la mayoría se había distraído, de modo que podríamos
salir a la faena sin ninguna complicación extra, volví a casa
cuando el sol asomo y las nubes grises dejaron pasar el primer
rayo del astro, Máximo estaba despierto comiéndose una lata
de algo que no pude identificar, pero la devoraba con avidez,
me miro y me saludo con un gesto.
Se veía pálido, incluso emocionado, tenía la barba poblada
y negra bajo el cuello y rodeando los labios y el cabello
de su cabeza rapada volvía a asomarse ocultando levemente
la cicatriz que se había hecho cuando un camión lo atropello
intentando escaparse de un ratero.
Lo gracioso de la historia es que el aun tirado inconsciente
y sangrante por el golpe, el ratero se hizo con sus cosas y
luego llamo a su madre para disculparse por todo lo ocurrido,
Máximo sobrevivo al accidente ese día por la velocidad en que
estaba corriendo, el parachoques no llego a golpearle,
fue solo el retrovisor que al impactar le hizo caer al suelo
y golpearse, pero el accidente si le dejo varios buenos re-
cuerdos... una enorme cicatriz en la cabeza y una más grande
aun en el brazo, mi amigo sin duda tiene suerte, me pregunto
si al sobrevivir ese accidente se imaginó que un día estaría
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