Page 129 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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LA  ÜUn M A  MUTACIÓN  DEL  HELENISMO  ESPIRITUAL  129

         Así se manifiesta un nuevo ideario moral: a los héroes de los primeros
      tiempos y a los ciudadanos de las épocas clásicas viene a sucederles el sa­
      bio. Hay, en semejante planteamiento, cierta resignación, una huida fren­
      te a lo real que había que dominar al no poder asumirlo, pero ¡qué gran­
      deza y qué nobleza, también, en esa ascensión que otorga ai alma todos
      los poderes! La salvación, igualmente buscada a la sazón por las religio­
      nes, se merece por la lucha. El helenismo se decanta, definitivamente, por
      el individualismo, ya que ia conciencia está sola frente a su destino, pero
      no renuncia a reformar la vida pública,  especialmente con los estoicos,
      grandes consejeros de los príncipes, y, sobre todo, no olvida, en un gran­
      dioso arrebato —filantrópico, en el pleno sentido del término—, que todos
      los hombres son hermanos.
         La similitud final entre la ataraxia y la apatía, lograda al final aunque
      alcanzadas por vías radicalmente heterogéneas al principio, no puede de­
      jar de sorprender al historiador. Por otra parte, se ha señalado la seme­
      janza entre tales estados de calma serena y el nirvana de las especulacio­
      nes indias: hay en ello, sin duda, algo más que una aproximación fortuita;
      y no  por casualidad ecloskmó la misma sabiduría  en  el  Mediterráneo
      oriental y en la llanura indogangética, regiones entre las que siguieron es­
      tableciéndose tantos contactos fecundos.



      Ei apogeo de ia ciencia griega

         Las ciencias se habían independizado por completo de la filosofía y
      tendían a constituirse en disciplinas autónomas, ya que ninguna inteli­
      gencia podía abrazar, como Aristóteles, la práctica totalidad del saber
      humano,
         Entre las condieíonesfavorablesque explican el considerable avan­
      ce de las ciencias, cabe destacar el meeénazgo, que creó verdaderos ins­
      titutos de investiga clon ¿ como el museo d® Alèjandriavcoti sus salas de
      disección, sus observatorios y sus jardines zoológico y botánico.  Pero
      también la extensión del mundo conocido tuvo un importante papel, y
      no sólo, como es lógico, en el conocimiento de 1a oikum ené, sino tam­
      bién en la geografía matemática: sólo la longitud de Egipto permitía me­
      dir el meridiano terrestre,
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