Page 134 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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134                   EL  MUNDO  HELENÍSTICO

         El influjo de Oriente apenas se dejaba sentir, mientras que las artes
      autóctonas ---que, por otra parte, estaban periclitando y carecían de in­
      ventiva·— tendían a imitar los modelos griegos. El helenismo triunfaba
      por doquier y, a pesar de lasrtótidas diferencias entre las distintas escue*
      las, se produjo la creación de um  especie de koiné artística.



     Residencias de los dioses y de los hombres

         1,   En la arquitectura religiosa, ámbito predilecto del arte clásico, hu­
     bo pocas innovaciones. Los trabajos del Olympieion de Atenas, aban“
     donados tras la caída de los pisístrátidas, se reemprendieron gracias a la
     ayuda proporcionada por Antíoco IV, por otra parte, no sin una impor­
     tante modificación, ya que se adoptó el orden corintio, lo que supuso su
     primera aparición en un gran templo; pero las obras vóMeron a inte*
     rrumpirse una vez más, y habría que esperar hasta Adriano para que se
     terminara el colosal edificio.
         Se construyeron muchos templos nuevos, pero siguiendo las normas
     tradicionales. El dórico se empleaba cada vez menos; sín éoibargo, hay
     buenos ejemplos de él en Pérgamo (templos de Hera Basileia y de Ate­
     nea Políade), que muestran là evolución hacia una ligereza de influjo fó~
     nico: columnas más esbeltas,, multiplicación dé metopas ^triglifos Í3me­
     topas por intercolumnio en lugar de 2), y simplificación del plano por
     desaparición del opistódomo.
        El jónico se convirtió en el orden por excelencia, especialmente en
     Anatolia, donde los arquitectos buscaron las relacionesrnatemáticas en­
     tre los distintos elementos, en la tradición de Piteo,28 A principios del
     siglo Π, Hermogenes, autor también de un tratado de las proporciones;
     levantó el templo de Dionísos, en Teos, y el templo de Artemisa Leuco -
     priena29 en Magnesia del Meandro.
        Prosiguió la reconstrucción dé los grandes templos jónicos de Ana­
     tolia (templos de Artemisa en Efeso y;de Gíbeles en Sardes), comenzada

        28.  Arquitecto dei siglo IV, que había hecho del templo de Atenea Políade en Prie­
     ne  (concebido durante el  reinado de Alejandro,  pero terminado en el siglo  ü), encarna­
     ción  de  un  canon  de  proporciones  &1 que, además,  había  dedicado  un  libro:  todos los
     elementos eran múltiplos de! lado del plinto y soportaban las columnas de! peristilo.
        29.  Literalmente: délas blancas cejas. Éste templo de Artemisa <31  X  58 m; 3  X  15
     columnas)  estaba situado sobre un basamento de 7 escalones (ios templos clásicos sólo
     tenían 3) y era díptero.
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