Page 135 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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LA ÚLTIMA MUTACIÓN DEL HELENISMO ESPIRITUAL 1 3 5
en el siglo IV, Tan sólo una construcción, empezada a principios del si
glo íU, se sale délo habitual: el Didimeion (templo oracular de Apolo en
Dídime, cerca de Mileto), finalmente reconstruido tras un incendio a
principios del siglo V. Este edificio gigantesco (116 X 52 m) está rodea
do por un peristilo de dos hileras en los costados largos y de tres en las
fachadas, 120 columnas en total, un verdadero bosque de mármol, como
en las grandes creaciones de la época arcacia anatolia. Además, el plano
es de lo más curioso: una pronaos de 12 columnas, seguida de una ante
cámara que servía de sala oracular, sin más comunicación con aquélla
que un balcón desde donde, quizá, se promulgaban los oráculos. Se ac
cede a un amplio patío central (situado 5 m por debajo del nivel de la
pronaos) desde la antícámata, a través de una escalera monumental, y,
desde la pronaos, mediante dos túneles que pasan a ambos lados de la
escalera. Este patio a cielo abierto se corresponde con lo que era la nave
en un templo canónico, pero sus dimensiones, o tal vez motivos religio
sos, impidieron cubrirlo. Al fondo del patio, un pequeño templo jónico
próstilo tetrástilo linda con la fuente sagrada a la que estaba asociado el
oráculo y que albergaba la estatua arcaica en bronce de Apolo Files tos,
realizada por Cánaco, robada por Jerjes y devuelta de Ecbatana por Se
leuco. Es difícil imaginar las razones que determinaron una construc
ción tan original: ¿necesidades del culto o necesidad de renovación? La
decoración era de un lujo exuberante para la tradición jónica.
Esa misma tendencia a lo colosal, a menudo característica del perío
do helenístico, vuelve a encontrarse en la construcción de altares monu
mentales: el altar de Híerón II, en Siracusa, de un estadio de largo; el
gran altar de Zeus y de Atenea en la acrópolis de Pérgamo (dimensiones
del pedestal: 36 X 34 X 5,60 m), conocido sobre todo por su decoración
esculpida (véase la pág. 144), o el altar de Atenea en Priene (13 X 7 m),
inspirado en ei de Pérgamo.
A esas construcciones ajustadas a las tradiciones griegas, cabe añadir
los templos autóctonos que los soberanos, en su empeño por conciliar a los
sacerdotes y a las masas, edificaron o restauraron. Son especialmente co
nocidos en Egipto, donde se realizó un considerable esfuerzo en favor de
k religión propia.