Page 159 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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LA  ÚLTIMA  MUTACIÓN  DEL  HELENISMO  ESPIRITUAL  1 5 9



                            T e b a s h e le n ís t ic a
                             (según A. Bataille)

          En declive después de ser saqueada por Asurbanipal (663), ya no sería
       más un centro político, sino la capital donde residía ei epíestratega de la Te­
       baida y un centro agrícola.
       Dos zonas sagradas            La evolución religiosa

       1.  La orilla derecha («residencia de   Medio tradicional, fiel a su glo­
         Zeus» para los griegos), con los   rioso pasado. Sin embargo, acentua­
         enormes conjuntos de Karnak y   da evolución:
         de Luxor. Obras de los tolomeos
         en otros santuarios secundarios,   L  Declive de Amán, cuyas grandes
         pero no en ios de Amán. Con-.   posesiones se dividen en tierras
         junto bien conservado.        particulares.
       2.  La  orilla  izquierda,  donde  los   2.  Ascenso de Mon tu-Re,  antiguo
         templos funerarios ya estaban en   dios tebano de nuevo glorificado
         rumas (17 de 47 con■Soter). Del   en las inscripciones.

         más bello, el de Amenofis III, sólo   3.  En la orilla izquierda, auge del
         subsisten los colosos, que los grie­  culto popular de los dos visires
         gos creían consagrados a Mem­  sanadores: Imhotep y Amenho-
         non y que cantaban a la aurora.  tep.
                                     4.  Tumbas cada vez más sencillas,
      Las fiestas                      con una democratización de las
                                       honras fúnebres  {muchos cam­
         La más importante era la «Gran   pesinos acomodados y pequeños
      fiesta del valle» (en griego «Travesía   funcionarios se hacen momificar
       del dios Anión hacia las Memnonia»):   y  alquilan  los  servicios  de  un
       el Amón de Kamak visita durante do­  coaquitah
       ce días los templos funerarios.




     las maravillas, cima de toda sabiduría, patria de los dioses más antiguos;
     inspirados en mayor o menor medida en las doctrinas egipcias, los rela­
     tos de los filósofos y cíe los historiadores les enseñaron que Díonisos no
     era sino Osiris, que Deméter era Isis, y que los santuarios egipcios esta­
     ban repletos de divinidades mitad animales mitad humanas, con cabe­
     zas de ibis, de halcón, de gato, o de serpiente. No obstante, las primeras
     manifestaciones del culto egipcio en el mundo griego parecen muy mo-
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