Page 155 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
P. 155
LA ÚLTIMA MUTAL'ÏÔN DEL HELENISMO ESPIRITUAL 15.5
Iren te con la apoteosis de Arsínoe II, su hermana-esposa, que, en vida, ya
se senda como Afrodita recibiendo a Adonis en su palacio e instalándole
en su propio lecho,49 y que fue honrada por Calícrates en un templo pró
ximo a Alejandría, consagrado a Afrodita Zefiriti. Tras su muerte, su ma
rido ia divinizó bajo la advocación de Fíladeifa: en las pequeñas ciudades
del llano, su culto se extendió rápidamente, especialmente en el nomo de
Arsínoitia (el Fayum), que llevaba su nombre. El principal centro estaba
en Crocodilópoiis, donde tenía como paredro un Adonis para el que, en
un «paraíso», se cultivaban las flores que aquel joven dios de ia vegeta
ción prefería. Al mismo tiempo, Tolomeo se asoció en vida a la reina
muerta y creó un culto a los dioses Adelfos (Hermanos). Así, la astucia
del soberano triunfó sobre todas las dificultades y obtuvo, a lo largo de su
vida, honores divinos, un ejemplo que seguirían todos sus sucesores.
Los sobrenombres de ios soberanos son característicos del nuevo esta
dio espiritual: Soter (Salvador), Evergetes (Bienhechor), Epífanes (Ilustre),
Teos (Dios). Las almas se adaptaron tan bien a esas extrañas confusiones
entre divinidad y realeza que, a finales del período helenístico, Antonio y
Cleopatra intentaron, en vida, crear un vasto imperio teocrático: si Cleo
patra se encontraba con Antonio en Tarso, era Afrodita yendo de juerga
donde Dionisos; oficialmente, el triunviro tomó el nombre de Nuevo Dio
nisos, y entró en Alejandría coronado de yedra, sosteniendo un tirso y cal
cando coturnos, como el propio Baco; en vísperas de la derrota, incluso se
creyó oír que el tirso divino había abandonado al imperator dejándole Cíni
camente en su humana medida, a él, habitado por el dios durante años.
Los dioses trascendentes
Los cultos reales, aun correspondiendo a la mentalidad popular que
convertía en un dios al hombre fuerte y por más que sirviesen a los inte
reses políticos de ios soberanos, no eran suficientes para colmar las as
piraciones religiosas. Faltaban los dioses trascendentes.
El panteón tradicional
Algunos dioses del panteón tradicional, los mismos cuyo éxito se ha
bía consolidado en el siglo fV, conservaban una surtida clientela. Las mi
49. Véanse ins Simctnanas de Teócriio.