Page 45 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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LOS ESTADOS HELENÍSTICOS 4 5
grandes ojos dorados era algo más que una simple aventurera o hechice
ra, y sabía utilizar su encanto para los proyectos importantes, Sedujo a
César, sedujo a Antonio y, junto a é l soñó en un Imperio de Oriente que
había de devolver a Egipto las fronteras establecidas durante el reino de
Filadelfo y que equilibraría el poder romano; pero huyó de Actium (31)
cuando la batalla entre Octavio y Antonio todavía no estaba decidida y
no pudo seducir a Octavio, La última lágida prefirió la mordedura del
áspid ai carro del triunfador (30). El único territorio griego indepen
diente aún fue anexionado al Imperio romano»
La Cirenaica
Cirene, anexionada por Alejandro, volvió a manos de Tolomeo a la
muerte de aquél. Pero su situación, alejada del valle del Nilo, la conver
tía en una presa fácil para aventureros como Tíbrón y Ofelas, que mu
rieron trágicamente, o Magas, que disfrutó de un largo y próspero rei
nado. Su hija Berenice se casó con Everge tes, después de haber dado
muerte a un primer pretendiente en el lecho de su propia madre, y asi
unió Cirene a Egipto durante largo tiempo. Sin embargo, Tolomeo Fis-
con le devolvió la independencia en beneficio de uno de sus hijos bas
tardos, Apión, quien la legó al pueblo romano (%), En el 74 se creó la
provincia Cirenaica.
Durante toda la época helenística, la Cirenaica vivió una dilatada
prosperidad.7Hubo numerosas construcciones, no sólo en Cirene, sino
también en Tolemaida, una ciudad costera que se desarrolló notable
mente, y en Euespérides, a la que se incorporó el nombre de Berenice.
El hijo más ilustre de Cirene fue Calimaco, exquisito cantor de su patria
que, sin embargo, vivió sobre todo en la corte de Alejandría. La Venus
de Cirene muestra el esplendor de los talleres de escultura.
El reino seléucida
El imperio que Seleuco I le dejó a su hijo, Antíoco I, era extraordi
nariamente vasto, ya que abarcaba desde Afganistán hasta los Estrechos,
y del Ponto a Siria. Y no menos diverso: en él se hablaban todas las len
7. Sobre el comercio de la Cirenaica con ei África profunda por fas rutas dei Saha
ra, véase la pág. 209. ·: