Page 111 - El camino de Wigan Pier
P. 111

a sus miserables fragmentos de prestigio social. Recuerdo la sensación de horror que
           experimenté la primera vez que asistí a una reunión de sector del Partido Laborista,
           en  Londres.  (Supongo  que  habría  sido  bastante  diferente  en  el  Norte,  donde  la
           burguesía  está  más  dispersa).  ¿Aquellos  insignificantes  personajes  eran  los

           campeones de la clase obrera? Cada uno de los presentes, hombre o mujer, mostraba
           los  peores  estigmas  de  la  arrogancia  de  la  clase  media.  Si  de  pronto  se  hubiera
           sentado entre ellos un obrero de verdad, un minero sucio del trabajo, por ejemplo, se
           habrían  sentido  incómodos,  molestos  y  ofendidos;  algunos,  diría  yo,  se  habrían

           marchado  tapándose  la  nariz.  La  misma  tendencia  se  observa  en  la  literatura
           socialista,  la  cual,  aunque  no  abiertamente  escrita  en  tono  de  superioridad,  está
           siempre  apartada  de  la  clase  obrera  en  cuanto  a  lenguaje  y  mentalidad.  Los  Cole,
           Webb, Strachey, etc., no son exactamente escritores proletarios. Dudo que exista en la

           actualidad  nada  que  pueda  definirse  como  literatura  proletaria.  Incluso  el  Daily
           Worker  está  redactado  en  correcto  inglés  del  Sur.  Un  buen  libretista  de  revistas
           musicales se aproxima más a este tipo de literatura que ningún escritor socialista que
           yo recuerde en este momento. En cuanto a la jerga técnica de los comunistas, está tan

           alejada  del  habla  normal  como  el  lenguaje  de  un  libro  de  texto  de  matemáticas.
           Recuerdo que una vez oí a un orador comunista profesional hablando a un auditorio
           obrero.  Su  lenguaje  era  el  habitual  lenguaje  libresco,  lleno  de  frases  largas,
           paréntesis,  «no  obstantes»  y  «sea  como  fueres»,  aparte  de  la  consabida  jerga:

           «ideología», «conciencia de clase», «solidaridad proletaria», y demás. Después de él,
           se  levantó  a  hablar  un  obrero  de  Lancashire,  y  se  dirigió  a  la  gente  en  el  tosco
           lenguaje que les era común. Quedó bien claro quién estaba más próximo al auditorio,
           aunque no creo ni por un momento que el obrero fuese un comunista ortodoxo.

               Hay que recordar que un obrero, mientras sigue siendo un auténtico obrero, nunca
           o casi nunca es socialista de una manera total y teóricamente coherente. Seguramente
           votará  laborista,  o  incluso  comunista  si  ello  es  posible,  pero  su  concepción  del

           socialismo es muy diferente de la del socialista educado no perteneciente a la clase
           obrera. Para el obrero corriente, el que uno encontraría en cualquier bar el sábado por
           la noche, el socialismo no significa gran cosa más que ganar sueldos más elevados,
           trabajar  menos  horas  y  no  tener  a  nadie  mandándole  a  uno.  Para  el  obrero  más
           revolucionario, de los que van a las marchas del hambre y figuran en las listas negras

           de  los  empresarios,  la  palabra  socialismo  es  una  especie  de  grito  de  convocatoria
           contra  las  clases  opresoras,  una  vaga  amenaza  de  futuras  violencias.  Pero,  que  yo
           sepa, ningún obrero típico conoce las ulteriores implicaciones del socialismo. En mi

           opinión, el obrero típico es más auténticamente socialista que el marxista ortodoxo,
           porque  tiene  presente  lo  que  este  último  olvida  tan  a  menudo:  que  socialismo
           significa  justicia  y  simple  decencia.  Pero  lo  que  él  no  ve  es  que  el  socialismo  no
           puede ser reducido a la simple justicia económica, y que una reforma de tal magnitud
           tiene  que  provocar  enormes  cambios  en  su  forma  de  vida  y  en  toda  nuestra

           civilización. Su visión del futuro socialista es una visión de la sociedad presente sin



                                        www.lectulandia.com - Página 111
   106   107   108   109   110   111   112   113   114   115   116