Page 256 - Biografia
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Yo Beto: Una Historia Chévere para contar
Los eventos que atendí y que, por su complejidad, intensidad y magnitud, me marca-
ron para toda la vida:
• Las caminatas de la solidaridad. Organizadas por Nidia Quintero de Turbay,
cada año como atracción, traía un invitado de talla internacional, Cantinflas, el
chavo del ocho y su elenco, Pelé, Vicente Fernández, el grupo menudo, Antonio
Aguilar, Flor Silvestre y otros que no me acuerdo.
• El concierto de conciertos, en el estadio Nemesio Camacho el campin, de 6 de
la tarde a 6 de la mañana, organizado por Andrés Pastrana en sus épocas de ju-
ventud. La bebida oficial y exclusiva, era Coca-Cola, coordinado y ejecutado con
un total éxito, por Hugo Loaiza, como jefe de eventos especiales y yo, como su
asistente.
• El incendio de la torre Avianca, calle 16 con carrera séptima, esquina sur del
parque Santander, en ese momento el edificio más alto de Bogotá, todavía no em-
pezaba la construcción de la torre Colpatria. En esa época, yo estudiaba periodis-
mo y comunicación social, jornada diurna en la universidad Jorge Tadeo Lozano.
Él profesor de las materias de reportería y medios, nos envió como práctica, a
cubrir la noticia. Mi calificación fue buena (4.5) por el reportaje.
• La avalancha de Armero
• El traslado desde el aeropuerto el Dorado, por la calle 26, del avión de Avianca,
que dono Coca-Cola, para el museo de los niños.
• La vuelta a Colombia que salió de Quito, Ecuador en el año de 1990. Viaje con
el bus de 2 pisos, construido por carrocerías el sol, propiedad del boyacense Car-
los Vargas, él tenía la solución al transporte masivo, antes de Transmilenio. El bus
de dos pisos, decorados con el logo de Coca-Cola, (cuando quieran, les muestro
las fotografías), era conducido por don Emiliano. Por donde pasábamos, era la
sensación, pero para mí, durante el recorrido, lo que más me impacto, fue el paso
por un puente, por la altura del bus, nunca me imaginé como hicieron para pasarlo,
si nos echamos un néctar granizado verde, les cuento.
Personajes de mi infancia que los veía pasar frente a mi casa desde la ventana del
segundo piso en el barrio Egipto:
Don Luis: Bajaba del barrio Parejo, arriba de la iglesia Egipto, con su cajón cuadrado
encima de la cabeza, repleto de bocadillos en rollo con el centro de arequipe, blancos
y cuadrados, con sabor a coco, mixtos de guayaba con franja en leche y otros que no
alcanzaba a ver. Me saludaba a las 6 de la mañana cuando bajaba a vender y a las 5
de la tarde, ya subía con el cajón vació, el bolsillo lleno con el producto de sus ventas,
con la cachucha o kepis militar ladeada y con sus tragos en la cabeza. Así era durante
toda la semana, incluyendo domingos, hasta asistí a su entierro
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