Page 238 - LIBRO ERNESTO

Ernesto Guerra Galarza

portaron mal. Y que se entienda bien: jamás me presté a la discusión
con ningún jugador. Hice valer mi posición de mando, mi lugar como
director técnico, pero nunca cometí una injusticia en forma deliberada.
Emitía las órdenes y a otra cosa. Era inflexible.

También inventaron que me había ido a las manos con Marcelo
Vicente Cabezas, que había sido boxeador y contaban que tenía una
fama bien ganada en Chimbacalle. ¡Falso! Les va a crecer la nariz en
mayor proporción que a Pinocho, a los que lanzaron esa fábula. No
me permití el lujo de que nadie me falte el respeto. Cabezas estuvo en
el plantel que ganó la corona en 1976, pero estaba en los últimos años
de su carrera. Seguramente entendió que ‘mis gallos’ en la mitad de la
cancha eran: Lucho Granda, Carlos Ron y José Villafuerte. Estaban
jóvenes y se querían comer el mundo a puñados.

Independientemente de esta preferencia personal, nadie le puede
quitar el espacio que Cabezas se ganó con las bondades de su fútbol.
Fue un jugador cerebral con una pegada exquisita de media distancia.
Él tambien dio vueltas olímpicas en Nacional.

Haciendo el 'avioncito' en uno de los asados que instauró en Nacional. 'Careloco' Cortéz y
Elías De Negri, gozan con sus ocurrencias. Escuchan Ermen Benítez y Wilson Armas.

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