Page 273 - LIBRO ERNESTO
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Capítulo 12
Fue Carlos Coello Martínez, el que abrió la ventana del futuro
promisorio alentando los procesos a largo plazo con la contratación de
Dussan Drascovic, que ‘negreó a la selección’, en la más sabia decisión
que se haya tomado en la conformación de la Tricolor, porque desde
la fuerza física de los jugadores con raíces afroamericanos fuimos
forjando el arribo a los mundiales.
Galo Roggiero que llegó a sucederle, es un dirigente con el que no
tuve oportunidad de trabajar ni conocer su filosofía, pero es justo
adjudicarle al hombre identificado con Barcelona, el haber detectado
que en Colombia estaban los técnicos que nos llevarían a las Copas del
Mundo. Él trajo a ‘Pacho’ Maturana y luego, Lucho Chiriboga, siguió
inteligentemente la línea con ‘Bolillo’ Gómez, Luis Fernando Suárez y
Reinaldo Rueda. Los resultados están a la vista.
No todos los dirigentes han cumplido a cabalidad. Es como en todas
las actividades y profesiones. Hay buenos, mediocres y malos. Pero la
intención es ocuparse de los que en su apostolado, dejaron muestras
indelebles de su paso. Los Espinoza Bermeo son un ejemplo tangible.
Una muestra de amor y fidelidad a toda prueba. Recibieron de su
padre una herencia maravillosa de compromiso con el club azulgrana.
Les inyectó directo a la vena, el gancho de unión con el deporte.
Historia pura. La mesa directiva del D. Quito en los 80. Luis Chiriboga junto a Ernesto Guerra. A
la derecha, Juan Acosta, Marcelo Espinoza Bermeo, Francisco 'Tinto' Acosta. Divina juventud.
Memorias de un triunfador 273