Page 449 - Mahabharata
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6. Bhishma                                                                               429


               Yudhisthira, de repente, se quitó su armadura y arrojó todas sus armas al suelo echándose
               a andar con pasos firmes y los pies descalzos hacia el campo enemigo. Todo el mundo le

               observaba con el aliento contenido. Se dirigía hacia su querido abuelo. Viéndole, Bhima
               le siguió, Arjuna y Shadeva con Nakula y Krishna le dieron alcance siguiéndole también.
               Nadie podía comprender porqué Yudhisthira estaba haciendo aquello. Arjuna dijo:
                   —Mi señor, ¿qué razón hay detrás de tu repentina decisión de ir hacia tus enemigos?
               Bhima le dijo:
                   —Mi señor, te has quitado tu armadura y nosotros también, también te has despojado
               de las armas y con paso rápido te diriges hacia tus enemigos. ¿Acaso te has olvidado de
               nosotros, tus hermanos? ¿Por qué estás haciendo esto, hermano mío?
                   Nakula le dijo:

                   —Haciendo esto has puesto nervioso el corazón de tus hermanos, ¿por qué lo haces?
               Shadeva le dijo:
                   —En vez de luchar contra ellos te estás exponiendo al enemigo, ¿por qué lo haces?
                   Yudhisthira no contestó a ninguna de estas preguntas y siguió caminando sin parar.
               Krishna les miró y tranquilizándoles les dijo:
                   —Comprendo su propósito, Yudhisthira va hacia Bhishma, Drona, Kripa y Salya
               para pedirles permiso para luchar contra ellos. Ellos son vuestros mayores. Se dice que
               si un hombre lucha contra sus mayores después de haberles pedido permiso, tiene la

               seguridad de ganar la guerra. Si no fuera a pedirles permiso sería derrotado con toda
               seguridad. Esta es la razón de la extraña conducta de Yudhisthira.
                   Después de esto, caminaron en silencio.
                   Todo el mundo estaba observando a Yudhisthira. Los kurus estaban sorprendidos
               viéndole. Todos pensaron que Yudhisthira había perdido los nervios en el último mo-
               mento y que se dirigía a Bhishma para rogarle que detuviese la guerra. Yudhisthira se
               acercó al ejército que rodeaba a Bhishma, el cual le abrió paso. Bhishma estaba esperando
               al más noble de los hombres con una sonrisa en sus labios. Yudhisthira se acercó a él,
               con los ojos llenos de lágrimas se postró a los pies de Bhishma y lo mismo hicieron sus
               hermanos.
                   Yudhisthira le dijo:

                   —Mi señor, ahora la guerra se ha vuelto inevitable. Tenemos que luchar contra ti, por
               favor bendícenos y di que saldremos victoriosos de la guerra.
                   Bhishma estaba complacido con este gesto por parte de Yudhisthira y dijo:
                   —Hijo mío, tú sabes que la victoria es tuya; Krishna está de tu lado. Eso significa
               que el Dharma está de tu lado. El hombre es un esclavo de la riqueza y no la riqueza del
               hombre. Tengo que luchar contra ti, ya que mi riqueza es la del monarca de los kurus.
               No tengo derecho al trono de los pandavas, renuncié a él hace mucho tiempo; pero el rey
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