Page 750 - Mahabharata
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               polvo al mar y pensaron que habían conseguido burlar al destino. Todos olvidaron aquel
               incidente, todos excepto Krishna.

                   Treinta y seis años después de la gran guerra, Krishna vio aquellos terroríficos porten-
               tos aparecidos en el cielo y sabía que aquello significaba la completa destrucción de su
               familia. Pero Krishna no se inmutó por ello, ya estaba cansado de aquella vida y quería
               abandonar el mundo. Aquello era lo último que le quedaba por ver antes de abandonar
               el mundo en el que había nacido para librarle de todos los pecados que había soportado.
               La cuarta fase del tiempo, el kaliyuga, ya había hecho su aparición. Krishna podía ver
               que los hombres ya empezaban a perder el sentido del dharma. Él tendría que nacer
               de nuevo cuando la era del kaliyuga estuviese a punto de acabar. Pero mientras tanto
               tenía la oportunidad de volver a la morada de donde había venido. No obstante, aún
               tendría que permanecer en la Tierra hasta que la maldición de Gandhari se cumpliera.
               Contempló a su gente y se dio cuenta de que habían perdido el sentido de la justicia y
               que se estaban precipitando hacia una lucha final en la que iban a perecer todos.

                   Un día, como ya era costumbre, toda la familia se fue hacia un lugar llamado
               Prathasatirta, donde se adoraba al señor Sankara. Todos emprendieron el viaje muy
               contentos y alegres. Krishna se acordaba de que unos años atrás también habían ido a
               Prabhasa cuando Arjuna estaba en el jardín de Subhadra; en aquella ocasión Krishna
               había arreglado la situación para que Arjuna pudiese escaparse con Subhadra y para
               ello se llevó a su hermano y a todos los demás a Prabhasa para facilitarle la huida a los
               jóvenes amantes. ¡Cuánto tiempo había pasado desde entonces! Esta era la última vez
               que iban a ir a Prabhasa, pues aquel lugar iba a ser el escenario de una gran catástrofe.
               Krishna estaba impaciente esperando que llegara aquel final pues se sentía disgustado y
               decepcionado por el comportamiento de los miembros de su familia y quería zanjar aque-

               llo de una vez. La caravana de carrozas y otros vehículos avanzaba hacia aquel lugar de
               recreo llamado Prabhasa y en cuanto llegaron se levantaron tiendas individuales donde
               todos se alojaron para pasar aquella noche. El día siguiente lo pasaron participando en
               todo tipo de juegos y luego se organizó una gran fiesta que duró varios días.
                   Un día después de todos aquellos festejos y después de haber bebido, se sentaron
               todos y comenzaron a hablar de cosas que habían ocurrido en el pasado. De repente,
               Satyaki, que estaba totalmente ebrio, comenzó a insultar a Kritavarma, el cual también
               se hallaba en el mismo estado.

                   Satyaki le había estado guardando rencor a Kritavarma desde el tiempo de la gran
               guerra porque se puso del lado de Duryodhana; jamás le perdonó aquello y había
               decidido echárselo en cara. Naturalmente, era la bebida lo que le provocó a hacer aquello,
               pero también era el destino. Satyaki sacó a relucir la guerra en medio de la conversación
               y dijo:
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