Page 762 - Mahabharata
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Libro 18

                                                  Apoteosis


                                        (Svargarohanika Parva)










                                                         Capítulo I
                                                LAS LEYES DEL CIELO


   18.               URYODHANA estaba en aquel Cielo que Yudhisthira había ganado con tantísimo
   Svargarohanika
               D esfuerzo; estaba sentado en un sillón con incrustaciones de joyas resplandeciendo
   [Apoteosis].
               en todo su esplendor en medio de todos los reyes que habían enriquecido la Tierra con
               sus buenas acciones. Yudhisthira no salía de su asombro, dijo:
                   —No puedo soportar ver a Duryodhana aquí, él ha sido la causa de la muerte de mu-
               chos reyes de la Tierra y ha sido un hombre pecador; no me agrada en absoluto verle aquí.
               No me quedaré en este Cielo con Duryodhana como mi compañero. Escuchadme, dioses,
               por favor, sacadme de aquí y llevadme junto a mis hermanos, no puedo permanecer aquí
               por más tiempo.

                   Narada le sonrió dulcemente y le dijo:
                   —Escúchame, Yudhisthira, te explicaré cómo tu primo Duryodhana ha alcanzado
               este lugar. Él se ganó el Cielo porque murió luchando y todos los reyes le quieren
               mucho. Su alma quedó limpia porque murió luchando como un valiente. Es cierto que
               ha estado maltratando a gente buena como tú durante años y que ha sido la causa de
               la muerte de muchos héroes, eso es verdad; pero, hijo mío, Duryodhana hizo honor a
               su nacimiento, él era un kshatrya y murió como han de morir los kshatryas. Él nunca
               tuvo miedo y gobernó su reino con justicia, no debes juzgarle como lo hacen los seres
               humanos: las leyes del Cielo son diferentes de las de la Tierra. Todos los pecados de un
               kshatrya son perdonados si muere con nobleza. Además, Duryodhana murió en un lugar
               santo llamado Samantapanchaka. Balarama sugirió que el duelo se celebrase allí para
               garantizarle su destino en el Cielo. También las penitencias de Gandhari son en parte
               responsables de que él esté ahora aquí. Tienes que olvidar tu enfado con Duryodhana,
               esto es el Cielo, Yudhisthira; en el Cielo no hay cabida para la enemistad. Yudhisthira
               escuchaba todo cuanto Narada le decía, pero su cuerpo temblaba por la ansiedad de
               encontrarse con sus hermanos, y dijo:


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