Page 134 - Pacto de silencio
P. 134
intoxicación, cobró fuerza el argumento de que el riesgo lo había entrañado el
proceso de re-naturalización, o sea el proceso de quitarle las dichosas anilinas (el
colorante) al aceite. Comentándolo con el Dr. Montoro en la misma entrevista, me
dice: «En química existen los ácidos, las bases y los compuestos. La anilina se quita
lavando el aceite con ácido sulfúrico: tú tienes aquí un reactor y pones aceite y le
echas ácido. Allí hay anilinas. Esto es, una amina. Tú pones ácido sulfúrico disuelto
en agua y un agitador, lo mezclas y al final se forma esto, cuando lo dejas descansar:
dos capas; la del aceite arriba, y la otra abajo, la de agua con sulfúrico, y la anilina
con la base forma sulfato de anilina, y aquí se la quita entera. Eso se lo quita
cualquiera, no hace falta ser muy químico para esto».
En sus declaraciones a la Sala durante la vista de la causa del síndrome tóxico, el
Dr. Ángel Peralta Serrano, jefe del departamento de Endocrinología del Hospital
Infantil de la Ciudad Sanitaria La Paz de Madrid, manifestó que a finales de mayo de
1981 estuvo hablando con el entonces director general de Planificación Sanitaria,
Dr. Luis Munuera Martínez, insistiéndole en que había que revisarse el punto de vista
de la causa del problema: «Entonces ya empezaban a hablar de la teoría de las
radicales y tal y cual, y la anilida y la anilina, y entonces dijo: “Mira, esto es
imposible, hablar de esto, desde el punto de vista de lo que hay en el mundo
científico, no es admisible”».
En su informe previo remitido a la Sala por el propio Dr. Peralta Serrano en su
calidad de perito, manifiesta igualmente: «La teoría de las anilinas y/o anilidas, no
deja de ser una teoría curiosa, pero que en nada se corresponde con la realidad
clínico-experimental. La negatividad de todos los análisis realizados del llamado
“aceite tóxico” no es más que una prueba definitiva de que en el aceite tóxico no
habían “tóxicos”».
El procurador de los Tribunales Albito Martínez Diez declara en el punto 1.6). de
la querella que presentó con fecha 8 de abril de 1987 al Juzgado de Instrucción de
Madrid:
«Toda la investigación “oficial”, desarrollada posteriormente para determinar
el origen de la enfermedad, ha sido dirigida sobre el aceite de colza
desnaturalizado con anilina, imputación ésta, que se ha mantenido, a pesar de
haberse puesto de manifiesto en la investigación desarrollada en el
Sumario 129/81 del Juzgado Central de Instrucción número 3, dependiente de la
Audiencia Nacional hoy en fase de plenario, que las máximas concentraciones o
cantidades de anilinas o anilidas detectadas, carecen de significación
toxicológica alguna.»
Y el letrado Juan Francisco Franco Otegui denunció al respecto en su repetida
intervención ante el Parlamento Europeo el 26 de octubre de 1986, al hablar de la
manipulación y de las falsedades habidas en la investigación química, toxicológica y
bioexperimental:
ebookelo.com - Página 134