Page 122 - El judío internacional
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Expresa el catedrático Graetz que la Historia de los hebreos, luego de haber perdido estos su
Estado judío, "demuestra siempre su carácter nacional, no siendo jamás solo la Historia judaica la
de su Fe o de su Iglesia".
Según Moisés Hess: "Religión hebrea significa, ante todo, patriotismo hebreo... Radica la solución
del problema en el hecho de que los hebreos son más que creyentes de determinada religión, son y
forman una hermandad de raza, una nación... Todo hebreo pertenece a su raza, y por ende al
judaísmo, no importando nada que el o sus antepasados hayan renegado de su fe religiosa". (De
Roma y Jerusalén).
Estos autores, cuyo número entre antiguos y modernos, podrá aumentar ad libitum, aun cuando no
niegan la comunidad religiosa hebrea, sostienen al propio tiempo, que cada judío, quiéralo o no, es
miembro de una nación determinada. Otros van más allá y hablan de la coherencia racial. El
concepto "raza" es empleado sin restricción por los más destacados autores, mientras otros se
conforman con el concepto de "nación" y "pueblo". La opinión general hebrea es que los judíos
constituyen un pueblo particular, distinto de los demás, por determinados síntomas característicos
físicos y espirituales, poseyendo no solo historia nacional propia, sino también vida propia y
pretensiones nacionales.
En los juicios que siguen se manifestara unidad entre raza y nacionalidad, tal como los precedentes
la evidenciaron entre religión y nacionalidad.
Brandeis, jefe sionista en los Estados Unidos, dice: "No significa nada en contra del hecho de la
nacionalidad, sostener que los hebreos no son una raza absolutamente pura. En el transcurso de
los tres milenios de nuestro desarrollo histórico, es lógico que se haya mezclado sangre extraña con
la nuestra. Esos matrimonios con no-judíos solo tuvieron por resultado el desligar a muchos de la
comunidad judía, pero no el de aumentar esta. Por esta razón, aparece insignificante la proporción
de sangre ajena en el judaísmo. Probablemente, ninguna raza europea es mas pura que la
nuestra".
Dice Arthur Lewis: "Los hebreos, desde un principio, fueron una nación; pero poseen, mas que la
mayoría de las naciones, el elemento de nacionalidad de mayor importancia, que es el de la raza...
Se conocerá siempre con mas facilidad su judaísmo en un judío, que en un inglés su anglicismo".
Expresa Moisés Hess: "Es imposible deformar la nariz judía; el cabello negro rizado no se convierte
en rubio por el bautizo, ni sus rizos desaparecen por mucho que se peinen. La raza hebrea es una
raza primitiva que, pese al cambio constante de residencia, persevero siempre en su peculiaridad;
el tipo hebreo mantuvo su pureza a través de los siglos".
Jessy E. Sampter, dice en su obra Guía del Sionismo: "Esta carga sobrellevose con mucha honra, en
parte, gracias a la excelente jefatura de hombres como Brandeis, W. Mark, el rabino Steph, S.
Wise, merced, por otra parte, al gigantesco trabajo realizado por los sionistas, orgullosos de su
glorioso pasado, como Jacobo de Haas, Luis Lipsky, Henriette Szold, y, finalmente, por el brillante
despertar de la raza en la masa del judaísmo norteamericano".
Disraelí, en su breve prefacio a la quinta edición de su obra Coningsby, usa cuatro veces la palabra
"raza" al hablar de los hebreos, demostrando siempre su orgullo por ser "judío de raza" no obstante
haber sido bautizado.
Manifiesta el Dr. Ciro Adler, en el prefacio de la Enciclopedia judía: "Como esta obra trata de los
hebreos como raza, nos resulto imposible excluir de ella a aquellos que sin menoscabo de su
confesión, siguen perteneciendo al judaísmo".
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