Page 180 - El judío internacional
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se enfureció enormemente. El informe de Samuel, en cambio, es notable por los numerosos
                  detalles que cita y por los escasos que interpreta.

                  3. CAUSA GENERAL DE LOS DESORDENES A CONSECUENCIA DE LA GUERRA

                  Dice Samuel: "La similitud idiomática con el alemán se debe a que durante la ocupación del país
                  por los germanos, los judíos fueron utilizados en varias ocasiones frente a los polacos. Fueron
                  acusados por esta razón de estar en connivencia con los alemanes... Desaprobó el gobierno
                  oficialmente el boicot; mas, al parecer ocurrieron perjuicios en la ocupación alemana. Advierto que
                  numerosos judíos, que habían prestado servicios en aquel tiempo, fueron despedidos, sin volver a
                  ser empleados; en cambio no descubro pruebas de idéntico proceder para con muchos polacos".

                  Rumbold expresa: "El parecido del "yidisch" con el alemán, expresa haber sido la causa de que
                  durante la ocupación de Polonia los alemanes utilizaran a gran numero de hebreos, aunque se
                  hubiesen podido hallar infinidad de polacos con cabal conocimiento del idioma alemán. Consistió la
                  diferencia en que los polacos servían a los alemanes, a quienes consideraron enemigos suyos, con
                  disgusto".

                  Declara al respecto el general Jadwin: "En el transcurso de la ocupación de Polonia por los
                  alemanes, tanto el carácter germanizado del idioma judío como la rapidez de ciertos elementos
                  hebreos en relacionarse con los vencedores, indujeron al enemigo a que utilizara a los judíos en
                  calidad de agentes para determinados objetos, ofreciéndoles no solo especial protección, sino
                  también la promesa de su autonomía. Afirmase que los hebreos especularon en víveres, lo cual fue
                  favorecido por los ejércitos ocupantes para facilitar su exportación a Alemania". Quiere esto decir,
                  entonces, que fueron también los judíos intermediarios para el robo de víveres a un pueblo.

                  Manifiesta el capitán Wright: "La edad de oro y el triunfo de los hebreos acontecieron en el
                  transcurso de la ocupación de Polonia por los alemanes. Los hebreos de Polonia están a menudo
                  germanizados por el corrupto alemán que hablan, y hablando alemán se viaja por toda Polonia. En
                  colaboración con semitas administraban todo el país oficiales y funcionarios alemanes. Fueron los
                  judíos en cada región administrativa los instrumentos de los alemanes, dándose el caso de que los
                  hebreos pobres se enriquecían rápidamente. Mas a pesar de su aparente germanización, no resulta
                  cierta la inculpación de los polacos, de que los hebreos fueran adictos a los alemanes... sino que el
                  foco del semitismo no siente por Alemania mayor lealtad que por Polonia. Los hebreos de O iente r
                  son hebreos, y nada más que eso.

                  "Parecía evidente que uno de los imperios, Alemania o Rusia, habría de salir vencedor, y los
                  hebreos, que habían apostado sobre ambos, estaban persuadidos de su éxito. Mas resulto que
                  quien salía triunfante era Polonia. No pueden acostumbrarse los judíos a su restitución ni siquiera
                  hoy, y uno de ellos me confeso que todo esto parecíale un sueño".

                  4. EL BOICOT, UNICO MEDIO POLACO PARA LIBRARSE DE LA ESTRANGULACION HEBREA

                  Dice Samuel: "Data este boicot desde las elecciones a la Duma, en 1912. En el transcurso de la
                  guerra y a causa de la escasez existente, disminuyo mucho; pero con el Armisticio volvió a renacer
                  en toda su violencia anterior. Existe en general un fuerte boicot particular, social y comercial de los
                  judíos, avivado constantemente por la prensa polaca". Cita luego Samuel el ejemplo de como la
                  prensa polaca estigmatizo duramente el nombre de una condesa polaca, que vendió dos casas a
                  judíos.

                  Es el caso de citar el hecho de que poco ha ocurrieron también en Norteamérica desordenes de
                  índole racial a raíz del proceder de ciertos insignificantes sindicatos hebreos, que especulan en
                  fincas, y que en el centro de los barrios que apetecían compraron una casa y desalojaron a los







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