Page 182 - El judío internacional
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siglos les había brindado hospitalidad.

                  Demuestran estos hechos en forma fehaciente la grave injusticia que la propaganda hebrea
                  antipolaca en Norteamérica comete contra Polonia. Más este era su primordial objeto. Fué un
                  objetivo secundario el de cegar al pueblo yanqui ante los hechos verdaderos y hacérselos ver
                  distintos como son, para que Norteamérica tolere pacientemente la enorme afluencia actual de
                  israelitas polacos.

                                                            XVII
                                 POLONIA ENCADENADA POR LA CONFERENCIA DE LA PAZ

                  Puede resumirse la fundamental diferencia entre los informes de S uart Samuel por un lado y de los t
                  demás informantes ingleses y norteamericanos, incluyendo a Morgenthau, por otro, acerca de la
                  situación de los hebreos en Polonia, en la formula de que buscan estos últimos las causas que
                  motivan los hechos actuales, lo que omite Mr. Samuel.

                  En realidad existen disidencias entre los hebreos y otros pueblos, que se pueden constatar por
                  doquier, pero el mundo se entera de tal estado de cosas únicamente en caso de que empiece a
                  molestar a los judíos. Allí donde el plan judío de sojuzgar a los pueblos no-judíos marche
                  fácilmente, no se sabe en absoluto. Los no-judíos ¡que se lamenten, que protesten, que se
                  subleven todo lo que quieran! No se instituirá nunca en su ayuda ni la más insignificante comisión
                  investigadora internacional. Pero no bien el judío tropiece con la mínima resistencia contra su
                  proceder hostil, se alza en el mundo entero inmediatamente el clamor de "persecuciones". Ocurrió
                  así cuando los polacos, tomando por ejemplo la firme mancomunidad de la minoría hebrea,
                  empezaron a fundar a su vez las cooperativas polacas, que en seguida se conceptuaron de
                  "antisemitas" y se transformaron en "persecutoras de los judíos". De inmediato los hebreos
                  residentes en las cuatro partes del mundo crearon una propaganda antipolaca tan general, como
                  odiosa e injusta. Se caldearon los ánimos, ocurrieron deplorables violencias y la lucha aun no ceso.
                  Las informaciones periodísticas sobre las violencias cometidas por los polacos contra los hebreos,
                  suelen siempre limitarse a la referencia de hechos descriptos con multitud de horripilantes detalles.
                  Cierto es que los judíos también han sufrido. ¿Quien pretenderá excusar la injusticia cometida hasta
                  con el más ruin de los seres humanos? La muerte de una sola persona, el maltrato de una sola
                  familia, es un crimen. Malo seria que la humanidad, engañada por la acumulación de tales noticias,
                  perdiera el sentimiento de lastima frente a ello. Mucho sufrieron todos los pueblos europeos; mas
                  de todos sus sufrimientos oímos hablar mucho menos que de aquellos, en su mayoría imaginarios,
                  de los hebreos. Se impone involuntariamente la pregunta: ¿Por que motivos y razones se cometen
                  estos saqueos y persecuciones? ¿Es que se inclinan a ello los polacos por naturaleza? ¿Son esos
                  hechos un frecuente detalle en los 800 años de convivencia judeo-polaca? Tal no es el caso.
                  Entonces, ¿que causas provocan este moderno cambio de cosas?

                  Se esforzó Morgenthau por descubrir estas causas, si bien en menor grado que sus colaboradores
                  no-judíos. Fue su informe, en cambio, ocultado por el judaísmo norteamericano, porque no
                  concordaba con la propaganda antipolaca por aquella puesta en escena. El capitán Wright, que
                  profundizo seriamente en el asunto para facilitar a sus compatriotas un juicio exacto acerca del
                  asunto de los judíos polacos, fue injuriado. Y es que no se deseaba una aclaración imparcial del
                  problema, sino que se precisaba una conmiseración sentimental para con los hebreos y una
                  predisposición contra los polacos.

                  Morgen thau, verbigracia, no emplea la palabra "pogrom" diciendo: "Evita intencionalmente la
                  delegación el termino "pogrom", porque el mismo puede aplicarse tanto a la mas mínima ofensa,
                  como a matanzas en masa preparadas y perpetradas deliberadamente".

                  Coinciden todos los informes en un solo punto: en que el número de los hebreos asesinados resulta







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