Page 184 - El judío internacional
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allí donde los hebreos luchan por el poder político, o donde lo lograron? Presentase en la literatura
                  rabínica, en las pretensiones hebreas en los Estados Unidos, en las exigencias hebreas en los países
                  balcánicos. También aporta el proceder de los judíos en Rusia una prueba contundente. Cada fase
                  de la historia moderna hace aparecer a los "Protocolos" como el ideal y el programa práctico
                  hebreos.

                  ¿Cuantos norteamericanos, a quienes se pretende inducir a que adopten una posición benévola
                  hacia los 250.000 judíos polacos inmigrados, oyeron decir algo de este plan israelita en Polonia?
                  ¿Se supone, acaso, que estos inmigrantes judíos procedentes de Polonia se despojaron de sus
                  ideales en el puerto de Nueva York?

                  A fin de tornar comprensible dicho plan a sus compatriotas ingleses, el capital Wright (cuyo informe
                  siendo como es un apéndice del de Samuel, profusamente repartido en Norteamérica, se nos
                  suprimió del todo) saca a colación: "Si los hebreos de Inglaterra, cuando fuesen veinte o treinta
                  veces más numerosos, exigiesen que el Consejo de Inspección semita obtuviera amplias facultades,
                  incluyendo el derecho de establecer contribuciones para su emigración, y, además que en los
                  Municipios en la Cámara de los Comunes y de los Lores se reservaran bancas a determinado
                  numero de representantes judíos; si el presidente de Asuntos Escolares les debiera pagar cierta
                  suma, y si algunos hebreos exigiesen juzgados especiales judíos, o por lo menos el uso de su rara
                  parla ante los juzgados ingleses, y si anhelasen los exaltados que los billetes del Banco de
                  Inglaterra se imprimiesen con texto hebreo e inglés, es indudable que tales exigencias no
                  despertarían grandes simpatías en el pueblo británico".

                  Debe hacerse constar el hecho de que los miembros hebreos de las delegaciones informantes
                  inglesa y norteamericana suprimieron estas reflexiones, y que el mundo no las llego a conocer, sino
                  por los colaboradores no-judíos de aquellos. Es preciso recordar también que la prensa judaizada
                  defraudó completamente el informe de Wright, aunque haciendo creer que reproducía
                  verídicamente los resultados alcanzados por la delegación británica. Cuando citóse el nombre de
                  Wright, fué sólo en todo de insulto o de desdén.

                  La Conferencia de la Paz no considero de su obligación establecer unidad y concordia en Polonia.
                  Muy por el contrario: sembró discordias que perduraran mientras subsista la vigencia de dicho
                  Tratado. Dice su art. 11: "Se prohíbe obligar a los hebreos a cualquier obra que implique un agravio
                  contra la santificación de su sábado. No deberá tampoco redundar en su perjuicio, el que se
                  nieguen a participar los sábados en una sesión judicial, o a cumplir con un precepto legal… Declara
                  Polonia su asentimiento a abstenerse a celebrar escrutinios generales o locales en sábado. No
                  deberán hacerse en sábados los censos para elecciones u otras estadísticas". Vale decir, que a
                  Polonia se le prohíbe realizar elecciones o censos en un sábado. El sábado mosaico constituye la
                  festividad legal. Depende de ella el gobierno y los juzgados. El domingo ¡haced lo que queráis,
                  escrutinios o censos, como se hace en Polonia y Alemania! Más no en sábado. Es el día de Judas...

                  Hizo la Conferencia de Versalles con Polonia, lo que los bolcheviques con Rusia: instituyó el sábado
                  mosaico como fiesta legal.

                  Y los mismos elementos que fueron beneficiados con tan extraña implantación de costumbres
                  rituales hebreas en la legislación de un país eminentemente católico, con la ayuda eficacísima del
                  presidente de los Estados Unidos, son los que afluyen ahora por millares y millares a nuestras
                  costas. No es de extrañar que en ellos tome cuerpo la creencia de que si nuestro Presidente
                  sojuzgo a Polonia bajo la voluntad judía, seria justo y posible lo mismo también en América.

                  Se instituyeron, además, en Polonia, legalmente, escuelas especiales para niños hebreos. Si hasta
                  entonces, Polonia había sufrido de la falta de una educación escolar uniforme, en la que se le
                  enseñaran a la juventud polaca los ideales polacos en idioma polaco, fue la Conferencia de la "Paz"







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