Page 189 - El judío internacional
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hebreas, y los trenes para Washington se llenaron de agentes judíos. Los parlamentos buscaban
un refugio. Se pronunciaban discursos aprendidos de memoria, y se introdujeron algunas
modificaciones en el tenor de la ley. La mágica palabra "judío" deshizo el principal objetivo del
proyecto de ley, como se funde la nieve bajo los rayos solares. Ningún pueblo, de los que inmigran
en nuestro país, había protestado; solamente los judíos. En cambio, el admirable funcionamiento de
las numerosas piezas de su mecanismo de propaganda en todo el país, facilito a dicha protesta el
aspecto de un gran acontecimiento de la voluntad nacional. Pero no pudieron, con todo esto,
encubrir un punto: el que llegase a comprender que la mayoría de los inmigrantes que arriban a
nuestra costa son hebreos.
Empero, la labor legislativa del Congreso de los Estados Unidos en una cuestión de importancia
suma para la totalidad del país, fue en esta ocasión entorpecida por los semitas exactamente en la
misma forma como hace diez años estos mismos semitas obligaron al Congreso a denunciar el
tratado de comercio con Rusia. Se ofrecen aquí manifiestamente dos pruebas fehacientes de
poderío y violencia despótica, que no se preocupan en absoluto de las horrorosas consecuencias
que podrá acarrear tal proceder para el bienestar de nuestro país.
Así como aquel rompimiento con Rusia formaba parte del plan mundial judío, lo mismo ocurre
ahora con la inmigración de hebreos polacos en Norteamérica. No hay "pogrom" alguien que les
expulse de allí, sino que no constituye esta frase más que un simple ardid de propaganda. Los
hebreos van abandonando Polonia, porque saben que se prepara allí algo grave. Los planes del
bolcheviquismo judío aun no están cumplidos. Agentes judíos norteamericanos enriquecidos hacen
venir a sus parientes pobres. Constituyen los Estados Unidos el gran receptáculo para estos
simpáticos coetáneos; Francia y Gran Bretaña... ¡no quieren serlo! Todo es infortunio para Polonia,
pero los judíos norteamericanos son suficientemente poderosos para reproducir el ejemplo de
España, donde siglos enteros no bastaron para apaciguar el vengativo odio de los hebreos contra
todo un pueblo, por supuestos agravios. Desde el barrio Este neoyorquino, el bolcheviquismo se
transplanto a Rusia. ¿Es que ha de iniciarse desde aquí también la destrucción de Polonia? Acaso
ocurran acontecimientos que destruyan el diabólico plan judío...
Constituye además la lucha contra el Dearborn Independent una prueba palpable del predominio
hebreo en nuestra prensa. No es que el dueño de un diario local fuera directamente influenciado
por los centros del poder hebreo en Washington, Nueva York o Chicago, sino que una o dos
docenas de ricos semitas, sus mejores clientes avisadores, que reciben a su vez instrucciones del
Cuartel general judío, bastan perfectamente para obligar, cualquiera que sea su modo de pensar.
Casi todos los editores de diarios están perfectamente orientados acerca de la cuestión hebrea, y
de una comisión de periodistas bien informados, podrían el Gobierno y el público aprender todo lo
necesario.
Estuvo muy bien que Wilson y demás firmantes publicaran una protesta contra el "antisemitismo",
en el supuesto de que quisieran dirigirse contra esa clase, en la que nosotros no entramos.
También hubiese firmado el Dearborn Independent tal protesta, porque somos adversarios del
antisemitismo, cuyas bases formaron los judíos para suscitarlo.
En cambio, se dirigió dicha protesta contra la discusión en público de la cuestión hebrea. ¡Como
siempre!
Pero sea como fuere, cada publicación, provenga de la "Liga anti-difamatoria", o de otra parte, será
bienvenida, tanto más cuanto que los defensores no-judíos de la causa hebrea tomen cartas en el
asunto. A los voceros judíos no les queda mas remedio que desmentir, engañar y amenazar. En
cambio, los defensores no-judíos analizan el pro y el contra para comprobar sus verdades.
Esperamos asi que se llegue a un debate realmente práctico.
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