Page 209 - El judío internacional
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el instante en que se paraliza el movimiento de los valores productivos, se paraliza
                  automáticamente el mecanismo económico mundial, vale decir, que el mundo se enferma
                  económicamente.

                  Cuando depende nuestro bienestar de tal forma de la buena voluntad de un determinado grupo de
                  personas, que reúnen en sus manos nuestro dinero, y cuando radica nuestra miseria en la
                  malevolencia de aquellas, oscilando el bienestar y el malestar de la Humanidad tan irregular y
                  anormalmente, sin ordenarse por ley natural alguna, sino dependiendo tan solo de acuerdos
                  adoptados en cualquier parte, resulta muy natural la pregunta de ¿quien dirige eso? ¿Quien lo
                  posee? Están aquí disponibles todas las mercaderías y víveres, y hay allí apremiante demanda:
                  ¿donde se encuentra el dinero necesario para regular el intercambio?

                  Varias de las ramas industriales mas importantes se hallan en manos de ciertas juntas de
                  acreedores. Se subastan a centenares empresas agrícolas, los caballos se venden a 3 dólares cada
                  uno. Existe lana y algodón en superabundancia para abrigar con ellos al pueblo entero y se
                  desperdician en las manos de sus propietarios, que no los pueden vender. Todas las industrias
                  productivas, ferrocarriles, diarios, tiendas, fábricas, agricultura, edificaciones, se hallan en apuros,
                  por la carestía de dinero. Y esto en la nación que se considera como el centro financiero del
                  mundo.

                  ¿Donde esta, entonces, el dinero?

                  En Nueva York, merced al sistema financiero centralizador introducido por el heb eo Warburg. Un r
                  funcionario público avisado, dirigió la siguiente queja al gobernador del Consejo de Reservas
                  Federales:

                  "En tanto los territorios productivos del Oeste y Noreste del Sur y del Sudoeste carecen de dinero,
                  ciertos Bancos neoyorquinos obtuvieron de los Bancos de Reserva en algunos casos cantidades
                  superiores a los 100 millones de dólares. Un solo Instituto Bancario consiguió un préstamo de mas
                  de 145 millones de dólares, o sea el doble de la cantidad total que ciertos Bancos de Reserva
                  prestaron recientemente a todos los Bancos asociados de su distrito en conjunto. Un solo Banco de
                  Nueva York recibió 134 millones de dólares, es decir, 20 millones de dólares más de los que el
                  Banco de Reservas de Kansas pudo facilitar a sus 1,091 Bancos asociados en conjunto. Recibió otro
                  40 millones, o sea más de lo que el Banco Federal de Minneapolis pudo acreditar a sus 1.000
                  asociados. Un tercer Banco recibió en préstamo 30 millones, o sea más de lo que todos los Bancos
                  de los tres Estados de Texas, Louisiana y Oklahoma en conjunto podrían conseguir de su
                  correspondiente Banco central de Dallas. No pudo el Banco de Reservas de San Luis adelantar a
                  sus 529 bancos asociados las sumas que un solo Banco neoyorquino recibió en préstamo del Banco
                  Federal Central de Nueva York".

                  Esta es la situación. Los doce Bancos de Estado, cuya tarea debería consistir en prestar dinero por
                  igual a todas las regiones del país, se hallan por lo visto impedidos "por decreto". Efectivamente, el
                  Banco Federal de Nueva York se convirtió prácticamente y desde cualquier punto de vista, en el
                  Banco central de la Unión, facilitando el negocio especulativo con millones, en tanto a los
                  productores  se les arregla con miles.

                  Cuando pudo ocurrir que cuatro Bancos neoyorquinos consiguieron tanto dinero prestado, como lo
                  recibiera la totalidad de Bancos de 21 Estados en conjunto, facilitado por 5 institutos bancarios de
                  distrito, lógicamente es necesaria una explicación de tal fenómeno.

                  ¿De donde procedió ese dinero distribuido a préstamo en Nueva York? De los mismos distritos en
                  los que ahora se advierte la mayor carencia de monetario. En mayo de 1920 se ordeno
                  telefónicamente que el 15 de igual mes y año comenzara la gran sangría. Llego el día 15. Los







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