Page 207 - El judío internacional
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Es innegable el carácter internacional de los Warburg. Félix Warburg mantuvo relaciones con
Hamburgo más tiempo que Paul, pero los dos casos el rompimiento parece haber sido sólo
superficial. En la misma época en que Félix Warburg abandonó la casa de banca de su hermano
Máximo, se fue también cierto Stern de su casa, en Francfort sobre el Maine. Los dos judíos se
manifestaban activamente en el bando de los aliados, atacando cruelmente y con tenacidad suma a
su vieja patria alemana. "Imposible", dicen aquellos ingenuos que siguen creyendo que un hebreo
alemán es alemán. Nada es imposible si no se olvida que la lealtad del hebreo pertenece única y
exclusivamente a su pueblo judío. La afirmación de éste hecho innegable tropieza siempre en el
periodismo hebraizado con la más enérgica protesta. Todo el mundo recuerda aquella repugnante
película de propaganda de guerra, "La bestia berlinesa". Fue su autor el hebreo alemán Ca l r
Laemmle. Su nacimiento, acaecido en Alemania, no le impidió enriquecerse con esa película, ni esa
película le impidió, tampoco, visitar todos los años su país natal.
En el transcurso de la guerra, la banca de Kuhn, Loeb y Cía., emitió un empréstito del Municipio de
París, que originó en Alemania debates periodísticos. Debe observarse que en Hamburgo, sede
social y domicilio privado de Máximo Warburg, el jefe de policía ordenó a la prensa que "ul teriores
discusiones periodísticas acerca de emp réstitos emitidos por la casa bancaria Kuhn, Loeb y Cía., a
favor del Municipio de París, así como juicios desfavorables sobre el asunto , se prohibirían".
Parece, entonces, que Máximo Warburg fue lo suficientemente emperador de su ciudad natal, para
poder suprimir por decreto cualquier discusión pública sobre las fechorías de sus hermanos
residentes en Nueva York. Los Warburg residentes hoy en Norteamérica, tienen, en cambio, que
soportar fuerza crítica, mientras sea necesaria por sus actos.
XXIII
LA SED DE ORO NORTEAMERICANA, BAJO EL CONTROL FINANCIERO DE LOS HEBREOS
El banquero hebreo internacional, que carece de patria determinada, y se divierte en el juego de
enfrentar a un país contra otro, y el proletariado hebreo internacional, que vagabundea de tierra en
tierra buscando las condiciones económicas adecuadas, se advierten siempre en los problemas que
hoy preocupan al mundo. La cuestión inmigración es judía. Lo mismo ocurre con la cuestión
financiera y el enmadejamiento de la política internacional. Las condiciones de paz son judías, y la
cuestión de la moral en cinematógrafos y teatros depende también de ellos.
Compete la solución de la cuestión judía en primer lugar a los judíos mismos. Si no lo hacen ellos,
lo hará el mundo entero a su pesar, mas contra ellos.
El hebreo confiesa y confirma por doquier su internacionalismo. Un banquero judío alemán, dijo:
"Nosotros somos banqueros internacionales. Alemania perdió la guerra. Esto corresponde a su
ejército. Nosotros somos internacionales". Esa fue la opinión de los banqueros hebreos en todas
partes. Los pueblos se destrozaron mutuamente. ¿Que importaba a los financieros hebreos? Como
en un encuentro de boxeo: cosa de boxeadores... "Nosotros somos banqueros internacionales".
Se perjudica gravemente a un pueblo con subirle artificialmente el descuento de sus giros; a otro
sonsacándole su dinero de circulación natural de la vida comercial. Mas ¿que significa todo esto
para el banquero internacional? Este tiene sus preocupaciones propias y particulares. En épocas
tempestuosas llueve el oro en las arcas de los banqueros internacionales, mas que en tiempos de
bonanza. Las guerras y penurias les brindan las cosechas mas ricas.
Demos una vuelta por las oficinas del gobierno, en las que deberían conservarse los secretos de las
contribuciones, del Banco Nacional, de la política exterior, y por doquier, encontraremos judíos.
Justamente en aquellos puestos que convengan al hebraísmo internacional y donde este puede
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