Page 202 - El judío internacional
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internacionalismo no se hubiese patentizado tan a las claras. Fue un espectáculo en extremo
                  interesante observar a los diversos hermanos Warburg ocupando en Versalles prominentes puestos
                  en ambos bandos de los frentes combatientes.

                  La casa de banca Warburg, de Hamburgo, fundóse en 1796. Allí, en la casa paterna, aprendió las
                  elecciones elementales del ramo bancario. Fue por dos años a Inglaterra, a la casa de banca de
                  Samuel Montagne y Cía., trabajando, además, dos meses como agente de bolsa. Luego estuvo en
                  París, en la sucursal del Banco de Rusia de Comercio Exterior, volviendo después a Hamburgo.
                  Viajó por India, China y Japón. Su primera llegada a América ocurrió en 1893, volviendo después a
                  Hamburgo, donde ingresó como consocio en la firma paterna. En 1895 contrajo enlace con la hija
                  del señor Loeb, en Nueva York, y estuvo cada año algún tiempo en esta ciudad, quedando
                  definitivamente en Nueva York, en 1902, ingresando como consocio en la casa Kuhn, Loeb y Cía.
                  Jacob Schiff, según ya vimos, casó también con una hija del Loeb, siendo, por lo tanto, cuñado de
                  Pablo Warburg. El hermano de este, Félix, consocio también de la razón social, fue, más tarde, hijo
                  político de Jacob Schiff. Ciudadano norteamericano no lo fue hasta 1911.

                  Apenas tres semanas después que haberse radicado Nueva York, en 1902, descubrió que todo el
                  sistema monetario y financiero yanqui era completamente anticuado, y audazmente redactó un
                  artículo sobre reformas el cual, empero, tuvo que guardar hasta 1906. Al llegar en 1902 a
                  Norteamérica no sabía aún sí le convendría pedir la ciudadanía. Se resolvió a ello en 1908, y lo
                  efectuó en 1911. Pero en 1902 sabía ya que estaba destinado a transformar la vida financiera y
                  monetaria yanqui. A la pregunta de cierto miembro de la Junta de porque tardó tanto en
                  naturalizarse, repuso que había sido "ciudadano muy leal" de su antigua patria. Únicamente la
                  convicción de tener que proceder a la reforma financiera norteamericana le indujo a abandonar su
                  destacada posición en Alemania. Sintió desde entonces que había arraigado en esta tierra y que
                  formaba parte de la nación norteamericana. (Durante los años de 1906 a 1911 fue Warburg un
                  ciudadano tan leal alemán como norteamericano). A raíz de su artículo trabó conocimiento con el
                  senador Aldrich, señor omnipotente en asuntos financieros y brutal representante de los intereses
                  bancarios ante el gobierno. Este solicitó consejos a Warburg (entonces aún extranjero), y los
                  obtuvo en abundancia.

                  Sobre la actuación de Warburg, el profesor E. R. A  Seligmann de la Universidad de Columbia, dijo: .
                  "Sólo pocos conocerán a Warburg. La ley de Reservas de la Unión quedará ligada al nombre de
                                                                                              r
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                  Warburg en la historia de este país". Dicha ley creó un Banco Central, el Federal Rese ve-Boa d, tal
                  como Gran Bretaña, Francia y Alemania lo poseían. Las consecuencias prácticas de dicha institución
                  consisten en que los Estados Unidos son hoy un país en la más dificultosa situación económica, con
                  un exceso enorme en productos de toda índole, que no puede aprovechar, ni distribuir, porque el
                  sistema central de canalización financiera está obstruido. La afirmación de Warburg, de que había
                  realizado un enorme sacrificio material, al ponerse al frente del Federal Reserve-Board, indujo a
                  cierto senador a preguntarle por qué lo hizo. La respuesta apenas comprensible de Warburg fue,
                  que desde que llegó a América sintió vivísimo interés por implementar su (¿cuál?) reforma
                  financiera.

                  En el transcurso de este examen ante la Junta senatorial, también interesó la posición política de
                  Warburg, y de sus consorcios de la casa Kuhn, Loeb y Cía. Resulta de sus declaraciones que es
                  característico para la política hebrea (quizá para la de ciertas grandes casas financieras), el apostar
                  sobre todos y cada uno de los partidos políticos, de modo que sus intereses queden siempre a
                  salvo, sea el que fuere el partido gobernante. Resultó, entonces, de dicho examen, que Warburg
                  fue primeramente republicano, otorgando más tarde sus simpatías a Wilson , de lo cual se deduce
                  que se había vuelto demócrata, que su casa de banca apoyó el partido republicano, que Mr. Schiff
                  pagó personalmente los gastos de la campaña electoral del Partido Demócrata; que Félix Warburg,
                  hermano de Paul Warburg, se interesó personalmente con una fuerte suma por la elección del
                  candidato republicano, Taft; que a la pregunta de que nadie de la firma Kuhn, Loeb y Cía., apoyara







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